El uso de vehículos aéreos no tripulados, conocidos también como drones, tiene muchas posibilidades que pueden facilitar actividades en el área empresarial, de investigación, salud y educación, entre muchas otras.
Desde hace varios años RTI, entidad de investigación con sede en Estados Unidos y varios proyectos en El Salvador, ha realizado estudios sobre el empleo de drones para conocer el comportamiento humano, los animales, la agricultura y el patrimonio cultural.
Joe Eyerman, director del nuevo Programa de Aviones no Tripulados de RTI, visitó esta semana Guatemala y El Salvador para reunirse con líderes de diversos sectores.
En nuestro país tuvo un primer encuentro con representantes de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) y de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) con el objetivo de crear un centro de investigación sobre el uso de drones en la región.
“Es interesante y emocionante estar en El Salvador y ver cómo el mundo está cambiando. No creo que los drones tienen la solución a todo, pero creo que tienen la capacidad de cambiar muchas cosas. Solo estamos iniciando. Hay potencial inmenso de contribuir a la ciencia, investigación e industria y me emociona tener la oportunidad de hacerlo en El Salvador, Guatemala, Estados Unidos, entre otros países”, dijo Eyerman.
“Es importante reconocer que el gobierno tiene una oportunidad grande para hacer algo nuevo y mejorar el desarrollo de El Salvador”, agregó el investigador.
En Estados Unidos y Europa empresas como DHL y Amazon ya están experimentando con drones para tareas de envío de paquetes y medicamentos.
Según lo relatado por Joe Eyerman, en su encuentro con los representantes empresariales salvadoreños, se habló sobre uso de drones para transportar pequeños productos, en agricultura, y en investigación social, logística, envío de paquetes, evaluaciones de territorios, encuestas y estudios, industrias de extracción, videos/media, sector forestal, entre otros.
Uno de los temas más discutidos en el uso de los vehículos aéreos no tripulados es la seguridad.
“La cuestión más importante es la seguridad. Hay riesgo de que los drones choquen con estructuras y con instalaciones físicas, con otros objetos voladores, etc. También existe la posibilidad de que puedan caer sobre gente y hacerles daño. Hemos visto incidentes en otras partes del mundo. Además, hay el riesgo de que choquen con aeronaves tripuladas”, destacó el representante de RTI.
Esta organización está presente en El Salvador desde 1990 y ha trabajado en proyectos de cooperación.