Unos 14 pandilleros cubiertos de los rostros, algunos de ellos portando fusiles M-16, provocaron ayer muerte y zozobra en el cantón Hule Chacho, en Jiquilisco, Usulután.
Alrededor de las 4:00 de la tarde, los terroristas irrumpieron en el poblado por una quebrada y fueron a la casa de la familia Benítez Perdomo.
Después acribillaron a los hermanos José Orlando, de 15 años; Juan Francisco, de 21, y Manuel Abdalí, de 26.
Dos de ellos fueron ultimados en la entrada de la casa, construida de láminas y bahareque; el otro fue interceptado en un predio cercano, cuando intentó huir.
Algunos testigos relataron que aunque el ataque duró pocos minutos, ellos sintieron que el tiempo se había detenido porque no dejaban de escuchar los disparos.
Muchos pobladores sufrieron crisis de nervios pues temían que los atacantes pudieran causar una matanza peor.
Sin embargo, tras cometer el triple homicidio, los delincuentes salieron de la zona caminando sin ninguna prisa.
Fuentes policiales dijeron que el hombre de 21 años supuestamente se relacionaba con una mara, pero se había empezado a distanciar para dedicarse a trabajar en el campo con su familia.
Las autoridades no descartaron que quienes cometieron el ataque fueran integrantes de ese grupo delictivo.
Hace dos años, otro hermano de los Benítez fue asesinado por una pandilla. Ayer acabaron con todos los hijos de una pareja de sexagenarios.
Matan a tres pandilleros
Tres hombres fueron ultimados a balazos mientras almorzaban en las gradas de una comunidad situada entre la 25 avenida Sur y el bulevar Arturo Castellanos, en San Salvador.
En la escena murieron Érick Ernesto Campos, de 22 años, y Edwin Cruz García, de 37.
Mientras que Fernando Alberto Toledo, de 19 años, fue llevado grave al hospital.
Cruz era deportado de Estados Unidos y era miembro de una pandilla en ese país.
El hombre había llegado de visita a la casa de Campos y Toledo cuando dos pandilleros que iban a bordo de una moto le dispararon.
La noche del viernes, fueron ultimados en la colonia Prados de Venecia, Soyapango, Gilberto Peraza, de 35 años, Efraín Ábrego, de 24, y César Rosales, de 17. La Policía presume que eran pandilleros.