Obama y Putin se enfrentan por Siria

Para EE.UU., para solucionar el conflicto en Siria, debe renunciar el dictador Bachar al Asad; mientras que Rusia defiende su legitimidad y pidió a la ONU que los apoyen 

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-09-28 9:10:00

NACIONES UNIDAS. Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Vladímir Putin, coincidieron ayer en la necesidad de buscar una “solución política” al conflicto en Siria, pero siguen enfrentados sobre el rol que debe jugar el dictador de ese país, Bachar al Asad, según un alto funcionario estadounidense. 

Durante la reunión que mantuvieron en la sede de la ONU, los dos líderes estuvieron de acuerdo en impulsar una mayor comunicación militar entre sus países, de acuerdo con el alto funcionario, que habló bajo anonimato a los periodistas. 

La fuente dijo que el encuentro, el primero formal entre ambos en más de dos años y que duró 95 minutos, fue “cordial” y que Obama y Putin dedicaron la primera mitad a la crisis ucraniana y la otra a Siria. 

Sobre Siria, el alto funcionario anotó que Obama y Putin están fundamentalmente en desacuerdo acerca del papel que de Al Asad en la resolución de la crisis. 

“Creo que los rusos sin duda entendieron la importancia de que haya una solución política en Siria y un proceso que persiga esa solución”, pero “tenemos diferencias en lo que sería el resultado de ese proceso”, en particular en lo relativo a Al Asad, según la fuente. 

Asimismo, detalló que EE.UU. no considera necesariamente destructiva una mayor presencia militar rusa en Siria, siempre que no sirva para continuar fortaleciendo al régimen de Al Asad “contra su propio pueblo”. 

“Tenemos claridad en sus objetivos”, dijo el alto funcionario en referencia a que Rusia busca luchar contra el Estado Islámico (EI) y también “apoyar al Gobierno” sirio. 

Tanto Putin como Obama hablaron ayer por la mañana ante la Asamblea General de la ONU y expusieron muy claramente sus diferencias ante la crisis siria, que ya dura más de cuatro años. 

En su discurso, Obama insistió en que el dictador sirio debe renunciar para impulsar una “transición” que permita poner fin al conflicto, mientras que Putin, en su intervención, pidió el apoyo de la comunidad internacional al “Gobierno legítimo” de Damasco.

Obama sostuvo que “Estados Unidos está preparado para trabajar con todos los países, incluidos Rusia e Irán, para resolver el conflicto” en Siria. 

“Debemos reconocer que no puede haber, tras tanto derramamiento de sangre, tanta carnicería, un regreso a la situación anterior a la guerra”, dijo Obama.

Tanto Rusia como Irán apoyan al régimen de Al Asad en Damasco, un hecho que ha provocado que, en los últimos años, Estados Unidos tuviera una cooperación limitada con Rusia sobre Siria y nula con Irán, país con el que además carece de relaciones diplomáticas. 

A su turno ante la Asamblea General, Putin expresó su pleno respaldo al régimen de Al Asad porque, según dijo, sus fuerzas militares y las milicias kurdas son las únicas “que verdaderamente están luchando contra las organizaciones terroristas en Siria”. 

El líder del Kremlin adelantó, además, que quiere proponer la posibilidad de aprobar en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que busca “coordinar acciones de todas las fuerzas que se enfrentan al Estado Islámico y otras organizaciones terroristas”. 

Tras la reunión con Obama, Putin admitió a la prensa que Rusia podría estar dispuesta a contribuir a los ataques aéreos contra el grupo Estado Islámico. “Lo estamos considerando”, dijo Putin, quien aclaró que Rusia no enviaría soldados a la zona de conflicto.

Ayer mismo, EE.UU. intensificó los contactos con los países europeos y árabes que coinciden en que Asad debe abandonar el poder para alcanzar la paz en Siria, a través de una reunión del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, con los ministros de Exteriores de Reino Unido, Francia, Alemania, Arabia Saudí, Jordania y Turquía. 

Hasta ayer, la última reunión formal entre Obama y Putin había tenido lugar a mediados de 2013. 

Unos meses después, a comienzos de 2014, comenzó la crisis ucraniana con la anexión rusa de Crimea, un asunto que ambos trataron también hoy tanto en la ONU como en su encuentro bilateral. 

En su intervención ante la Asamblea, Obama defendió las sanciones impuestas a Rusia tras la anexión de Crimea porque, según dijo, EE.UU. no puede quedarse callado “cuando la soberanía y la integridad territorial de una nación se violan flagrantemente”. 

Por su parte, Putin denunció a su turno el uso de “sanciones unilaterales” para servir a “intereses políticos” y, al mismo tiempo, “eliminar competidores” económicos. 

Durante su reunión, Obama reiteró a Putin el apoyo de EE.UU. a la “soberanía e integridad territorial” de Ucrania, al igual que el compromiso con la “implementación de los Acuerdos de Minsk”, según el alto funcionario estadounidense.

En cuanto a Cuba, Obama se mostró convencido en su discurso de que el cambio llegará a ese país, al defender la política de acercamiento emprendida el pasado diciembre y que resultó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas en Washington y La Habana en julio. 

“Estoy seguro de que el Congreso (de EE.UU.) levantará inevitablemente un embargo que ya no debería estar ahí”, enfatizó.