En circunstancias poco claras, el 26 de julio, Juan Pablo Salamanca Rodríguez fue asesinado de varios disparos en el barrio Las Delicias, en Santa Rosa de Lima, La Unión.
La víctima era presidente del Ciclón del Golfo, un equipo de fútbol de Segunda División de la ciudad de La Unión.
De acuerdo con un familiar de Salamanca Rodríguez, las investigaciones en torno al caso no han avanzado.
El hecho fue cometido cuando Juan Pablo se encontraba sentado afuera de una vivienda.
Salamanca Rodríguez no vivía en Santa Rosa de Lima. El día que lo asesinaron había llegado a participar en una pelea de gallos, según fuentes policiales en esa localidad.
De momento no hay certeza del porqué mataron al gallero. “A él le gustaba tomar y ya borracho presumía de su dinero sacándose de los bolsillos los montones de billetes”, afirmó un lugareño que conoció a Salamanca Rodríguez.
Antecedentes del dirigente de fútbol
Salamanca Rodríguez además de ser gallero, dirigente de fútbol y comerciante, también tenía un pasado un tanto oscuro, reñido con la ley.
A sus 32 años, no solo era el presidente y propietario de un club de fútbol profesional de Segunda División.
Tenía otros negocios: un restaurante en La Unión y un local para peleas de gallo, en lo cual participaba también con sus gallos de pelea, según fotografías de él subidas en su cuenta de Facebook o de algunos de sus familiares.
En los últimos tres años, su nombre comenzó a aparecer en las noticias a raíz de convertirse en el presidente del Ciclón del Golfo.
Sin embargo, el nombre de Juan Pablo Salamanca comenzó a ser noticia en El Salvador desde mediados de 2009 cuando fue capturado junto a 11 personas más por sospechas de pertenecer a una red de narcotraficantes cuyo cabecilla era Daniel Quezada Fernández, según informó la Fiscalía General de la República (FGR) en ese entonces.
De acuerdo con registros periodísticos, el ahora fallecido era la mano derecha de Quezada y quien supuestamente se encargaba de los desembarcos de droga y del traslado de dineros, vía marítima, hacia Nicaragua, a través del Golfo de Fonseca, para el pago de los cargamentos de estupefacientes. Eso fue lo que dijo la Fiscalía en ese entonces.
Por esa acusación pasó al menos dos años en la cárcel. Al final del proceso judicial, un juzgado especializado contra crimen organizado lo puso en libertad. Solo Quezada Fernández fue condenado a una pena mínima.
Era prófugo de la justicia estadounidense
Pero no fue esa la primer vinculación con un crimen que tuvo Salamanca Rodríguez. En abril del 2006, Salamanca Rodríguez regresó de Estados Unidos a donde se había ido a vivir.
Se vio obligado a retornar debido a que en el Condado de Arlington, estado de Virginia, participó en el asesinato de un joven miembro de una pandilla, según los documentos que de ese hecho están publicados en la web.
El 27 de abril de 2006, Salamanca Rodríguez y otros jóvenes, entre éstos Ismael Alberto Paiz Marroquín, miembros de la mara Salvatrucha (MS-13) asesinaron a balazos a Julio Bonilla Bonilla y lesionaron de gravedad a otro joven. Ambos pertenecían a la pandilla South Side Locos (SSL).
Por ese crimen sólo Paiz Marroquín, de origen guatemalteco, fue sentenciado un año después. Los otros tres miembros de la MS-13 huyeron de Estados Unidos hacia El Salvador, hacia la zona costera del departamento de La Unión, de donde eran oriundos.
Salamanca Rodríguez se radicó en la playa El Maculis y Las Tunas, siempre en La Unión.
A pesar de que en internet estaba disponible la información sobre el crimen cometido por Salamanca Rodríguez y por lo cual era requerido por la justicia estadounidense, ninguna autoridad salvadoreña hizo nada.
La Fiscalía dijo que ignoraba que era fugitivo de la ley estadounidense.
Poco tiempo después de recuperar su libertad, Salamanca Rodríguez se vinculó al fútbol salvadoreño con un equipo de Segunda División.
En su cuenta de Facebook también aparecen indicios de que él era el propietario de un restaurante que a la vez era patrocinador del equipo de fútbol.
El 19 de junio anterior, en la cuenta en Facebook del equipo de fútbol Ciclón del Golfo, fue publicado que la categoría (segunda división) del club estaba a la venta.
Salamanca Rodríguez comentó que la vendía en 10 mil dólares aunque él la había comprado en 180 mil dólares, un precio superior al de su venta hoy.