El 41 % de las ambulancias de los hospitales no están buenas

Trasladar pacientes en vehículos inadecuados es un riesgo, dice especialista

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Jueves 23 de Julio de 2015 / Foto Por René Quintanilla

Por Yamileth Cáceres

2015-08-15 9:30:00

El 41 por ciento de las ambulancias que utiliza la red de hospitales públicos de El Salvador para trasladar a los pacientes no está en buenas condiciones.  Su estado es regular, malo e inservible,  de acuerdo con datos oficiales proporcionados a través de la Oficina de Información y Respuesta (OIR), del Ministerio de Salud (Minsal) a finales de junio de este año.

En total, hay 77 ambulancias distribuidas en 28 hospitales generales,  regionales y especializados. De ese número de ambulancias solo el 57 por ciento son catalogadas por el Minsal como “buenas”.

En el listado no aparecen el hospital Jorge Mazzini Villacorta , de Sonsonate, ni el Nuestra Señora de Fátima, de Cojutepeque, Cuscatlán.
Hay un vehículo de 1987 y otros de 2015. Pero la mayor cantidad fueron fabricados en los años:  1990, 1997, 2001 y 2012. La de 1987, una Toyota, está asignada al hospital de Chalatenango. Su estado es “bueno”, según el inventario del Minsal a junio de este año. Las ambulancias de 1990 se encuentran asignadas a hospitales como Chalchuapa, cuya condición es “regular”; al Saldaña, cuyo estado es “bueno”.
Juan Antonio Tobar, quien fungió como jefe de Cirugía de la Emergencia del hospital nacional Rosales, por 21 años, criticó las condiciones de las ambulancias de las que disponen los hospitales.

De acuerdo a su experiencia dice que una buena parte son “vehículos de transporte” a excepción de las que tienen el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y algunos cuerpos de socorro.

“El resto son ambulancias, que solo son el depósito con un canapé para llevar pacientes,”, comentó Tobar.

En los hospitales, la función de este tipo de vehículos es el traslado de pacientes de una institución a otra. También  para llevarlos a estudios de diagnóstico, cuando desde los hospitales periféricos  deben referir personas al Rosales para resonancias magnéticas,  porque solo ahí la hacen, o para cateterismo cardíacos a otros centros privados.

Tobar considera que muchas de los carros que él ha visto no se les puede llamar ambulancias, sino “vehículos de transporte” y eso afecta la calidad de atención: “Se arriesga la vida del paciente porque no cuentan con las condiciones mínimas, básicas para hacer un transporte seguro, al final de cuenta, recuerde que el único objetivo de las ambulancias es transportar de forma segura a los pacientes”.

Se desconoce cuántas de las 77 ambulancias de la red de hospitales nacionales  son tipo “A”, “B”, “C” o solo vehículos de transporte.
Según la información entregada por la OIR, hay hospitales como el Bloom que tiene asignadas cuatro ambulancias; pero tres están en condición “regular” y una  “buena”.  El nuevo hospital de Maternidad tiene tres, todas en regulares condiciones;  el hospital de Zacateculuca tiene cuatro, dos en buenas condiciones y dos malas; el de Ahuachapán de las cuatro que tiene, dos están malas, una buena y la otra regular. Mientras que el hospital San Rafael cuenta con cuatro ambulancias, tres regulares y una buena.

A finales de julio, Carlos Silva, secretario General de Sigesal del San Rafael, dijo que  uno de los problemas que enfrentaban era la falta de mantenimiento de las ambulancias, que con frecuencia se arruinaban.

En esa ocasión dijo: “El sábado pasado transportaban a una paciente que iba para  Maternidad y la ambulancia presentó desperfectos mecánicos y nos vimos obligados a trasladar a la paciente en pick up y hubo problemas porque la paciente entró en trabajo de parto”, añadió Silva.

Hace tres meses aproximadamente, los usuarios del   hospital nacional de Morazán también enfrentaron problemas por la falta de este tipo de transporte. En esa oportunidad, la Alianza Regional de Salud de Morazán (Arsam) denunció que desde finales de 2014 el establecimiento se había quedado sin ambulancias propias y dependía de una unidad de salud del área para que les enviara ambulancia cuando la necesitaran. El director de ese hospital lo negó.

Sin embargo, se constató que había problemas para transportar hacia otros centros de atención a los pacientes hospitalizados.
A finales de mayo el aparato de Rayos x estaba dañado.

La jefa de Radiología explicó que uno de los inconvenientes era que no tenían transporte para llevar  a todos los usuarios hasta San Miguel o Santa Rosa de Lima para que les hicieran el estudio de Rayos X, por ello le dan prioridad a los hospitalizados.
“El administrador se rebusca, a veces manda a prestar (ambulancias) a Fosalud; otras veces de aquí se evalúan las salidas”, dijo la jefa del área en esa ocasión.

Tobar aseguró que es urgente sustituir los vehículos que están en mal estado. Agregó  que usar racionalmente los recursos de otra institución no es malo; el problema, en su opinión, es que la indicación de traslado de un paciente en ambulancia se deba a que un aparato no sirve. Pues eso  significa que el sistema requiere buenos directores que sepan de gestión hospitalaria.

“Si aún, teniendo un número limitado, estas ambulancias no se encuentran en buenas condiciones, esto repercute de manera directa en la atención que se le brinda al paciente”, acotó Tobar.

El 12 de agosto se solicitó una entrevista al Ministerio de Salud para abordar el tema, a través de la Unidad de Comunicaciones, pero no se obtuvo ningún tipo de respuesta antes del cierre de este reportaje.

La OIR no proporcionó el número de pacientes que han sido trasladados por mes, por hospital, ni las principales causas de traslado.