Matan a un estudiante y a un señor frente a su hija

Ataques fueron cometidos en un lapso de seis horas, en Santo Tomás y San Salvador. En otro hecho, una mujer y un niño fueron lesionados.

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Un empleado del laboratorio de la Policía trabaja en la  escena donde fue asesinado un estudiante de bachillerato.

/ Foto Por Douglas Urquilla

Por Diana Escalante

2015-08-25 8:04:00

Los niños continúan siendo testigos de la violencia cometida por los grupos delincuenciales en El Salvador. 
Ayer, en un lapso de seis horas, dos menores de edad vieron morir a sus parientes en dos hechos sangrientos registrados en Santo Tomás y San Salvador.

Alrededor de la 1:00 p.m., un niño, de cinco años, estaba en su casa con su madre, cuando a lo lejos oyó la bocina del bus en el que su hermano, Héctor Armando García Sánchez, de 17,  regresaba de estudiar.

“Ya viene Teto, lo voy a ir a encontrar”, le dijo entusiasmado el menor de edad a la mujer;  un ritual que él hacía  todos los  días. 

Minutos después, los dos hermanos de Héctor y su mamá escucharon varios disparos y se apresuraron a salir a la calle principal del cantón Potrerillos, de Santo Tomás, para ver lo que había pasado.

La señora temía por su hijo  mayor y no se equivocó: tras correr unos 150 metros lo encontraron agonizando; y segundos después murió. 

Héctor Armando, quien cursaba primer año de bachillerato, fue asesinado por cuatro pandilleros que lo estaban esperando a unos 20 metros de la escuela del cantón.

Él regresaba del Instituto Nacional de Comercio (Inco), situado en el barrio San Jacinto, de San Salvador. Era el único día de la semana que salía temprano de clases.

La balacera rompió la aparente tranquilidad que había a esa hora en el cantón. Los estudiantes del turno vespertino ya habían iniciado las clases, pero tras el asesinato del adolescente, los maestros decidieron enviarlos a casa.

 Muchos lugareños estaban conmocionados con lo que le había pasado a la víctima porque sabían que no se relacionaba con delincuentes.

Cuando García no estaba estudiando, ayudaba a su madre a vender tortillas o se reunía con el coro juvenil de la iglesia católica del cantón.

Las autoridades informaron que al estudiante lo habían amenazado unos pandilleros. Ellos lo acusaban de haber cubierto con grasa de carro un grafiti de la mara que estaba cerca de su casa.

García se había desvinculado del hecho pero los delincuentes no le creyeron y por eso lo habrían acribillado.

Empleado deja a tres niños en la orfandad

A cuatro días para que naciera su tercer hijo, José Alberto Portillo Lemus, de 42 años, fue asesinado ayer en el límite entre San Salvador y Ciudad Delgado.

El señor estaba dentro de su carro junto con su esposa y su hija de dos años.  A los asesinos no les importó que él tuviera en brazos a la niña y le asestaron varios disparos.

Él llegó a la comunidad Espíritu Santo a sacar a su hijo de cinco años para llevarlo al kinder antes de irse a trabajar.
La pareja residía en una colonia contigua a la comunidad, por lo que no era desconocido. 

Sus familiares dijeron que él no había sido amenazado. Laboraba en un call center  y además era profesor de inglés en una universidad privada.