PUERTO PRÍNCIPE. La tormenta tropical Erika causó al menos cuatro muertos, miles de desplazados y la afectación de centenares de viviendas a su paso el viernes y la madrugada de ayer por la isla caribeña de La Española que comparten República Dominicana y Haití.
Los vientos y lluvias del fenómeno, además, provocaron el corte de electricidad a miles de hogares, la caída de árboles y postes del tendido eléctrico, así como la suspensión de la docencia en escuelas y universidades en los dos países fronterizos.
En la ciudad de Leogane, a 29 kilómetros de la capital haitiana, Puerto Príncipe, cuatro personas murieron y otras once resultaron heridas el viernes a consecuencia del choque entre dos camiones, según informó la Dirección de Protección Civil (DPC), que atribuyó el accidente a las deficientes condiciones climatológicos al momento del impacto.
Además, una madre y su hijo fueron ingresados en un hospital del área metropolitana de la capital haitiana debido al derrumbe de su vivienda ocurrida ayer en el distrito de Sarthe.
Protección Civil también informó que las lluvias de Erika se dejaron sentir en prácticamente todo Haití, aunque consideraron que los daños han sido menores.
Mientras, la Policía Nacional dio a conocer que dispuso el traslado preventivo de 254 prisioneros de la cárcel de Gonaives (norte), hasta los recintos de Croix-des-Bouquets, Saint-Marc y Arcahaie, ubicados al oeste del país.
Los efectos del fenómeno también obligaron a la suspensión temporal de Carifiesta, festival en el que participan los países del Caricom, y que Haití celebra por primera vez.
Mientras, las autoridades de socorro dominicanas informaron ayer que 3 mil 502 personas resultaron desplazadas a causa de Erika, horas después de que en un primer boletín aseguraran que los desplazados pasaban de 10 mil.
El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) precisó que la reducción en el número de desplazados se produjo porque miles de ellos regresaron a sus hogares, tras desaparecer los motivos de su evacuación.
El organismo informó, además, que redujo a cinco las provincias en alerta roja (máxima), y a igual número las que se encuentran en alerta amarilla (intermedia).
Aunque la tormenta comenzó a disiparse ayer, todavía estaban en alerta Cuba y La Florida, en Estados Unidos, cuyo alcalde había declarado un estado de emergencia para prevenir cualquier situación que afecte a sus ciudadanos.