AHUACHAPÁN. Un promedio de 6 mil personas de diferentes puntos del país llegaron el fin de semana hasta el parque ecoturístico El Triunfo, en el cantón El Portillo, San Lorenzo, Ahuachapán, para disfrutar de una variedad de platillos donde el principal ingrediente fue la flor del loroco.
Se hizo a través del tercer festival dedicado a esta planta que se desarrolla en el marco del programa Un Pueblo, Un Producto, que impulsa la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica) en coordinación con la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) del Ministerio de Economía.
Minutas, refrescos, quesadillas, pupusas, panes, chile y hasta pollo en salsa de loroco, fueron algunas variedades que las personas degustaron durante la actividad, que se desarrolla de forma consecutiva desde el 2013.
Además, los visitantes tuvieron la oportunidad de refrescarse en el río Grande, que sirve de punto limítrofe entre El Salvador y Guatemala.
En el evento se presentó a la mascota del festival, que fue seleccionada a través de un concurso. Fue bautizada como señorita Flor de Loroco.
Se sumará a la mascota Jocote Barón Rojo, que es el otro producto que caracteriza y produce San Lorenzo, que también cuenta con su propio festival.
Desarrollo económico
El presidente del Comité Ejecutor Un Pueblo, Un Producto y de la Asociación Cooperativa de Producción Agroindustrial, Aprovisionamiento y Comercialización del Jocote y Loroco de San Lorenzo (Acoapjsal de R.L.), Jorge Ortiz, señaló que el programa que impulsa el Jica con Conamype, permite un desarrollo económico en la localidad ya que durante el festival participan 60 emprendedores.
Ellos ha recibido una serie de capacitaciones para impulsar los productos que elaboran y que son derivados de la flor y del jocote barón rojo.
La asociación puso el domingo un total de trescientas libras de loroco para comercializarlas entre los visitantes al festival.
A estas se suman las que utilizaron los emprendedores para la elaboración de los platillos.
El presidente del Comité Ejecutor recordó que hace 20 años sólo se cultivaba la flor en las viviendas y que la economía se basaba en la producción de los granos básicos.
Sin embargo, hace quince años comenzaron a hacerlo en serie y actualmente se cultiva en 600 manzanas. Sólo la asociación espera producir este año 500 mil libras.
El director del Jica, Yoshikazu Tachiara, reconoció el esfuerzo de los organizadores en impulsar el festival como una estrategia para promover el loroco a través de su uso en la elaboración de varios platillos tradicionales.
Manifestó que, además, le están dando un valor agregado al producto permitiendo diversificar la dinámica económica entre los agricultores y pobladores en general.
A eso se suma el turismo que se genera a través de la gastronomía.
José Castro, uno de los participantes, relató que desde hace año y medio están desarrollando productos derivados del loroco y del jocote barón rojo. De la flor, por ejemplo, elaboran curtido y salsa, entre otros.
Uno de los visitantes originario de Santa Ana, Mario Aguirre, expresó que es la primera ocasión que visitó la feria y que quedó invitado a próximos eventos porque se resalta los productos propios de la localidad.
En la actividad también participó el Instituto Salvadoreño de Turismo (Istu).