A continuación, cuatro cosas que no debe hacer si su cónyuge tuvo una aventura amorosa. Descubrir que nuestra pareja nos engañó es una de las experiencias más difíciles de atravesar.
Nos sentimos invadidos por todo tipo de interrogantes que antes ni siquiera habíamos pensado, como “¿En qué me equivoqué?” y “¿Corro el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS)?” y “¿Significa esto que tenemos que divorciarnos?” No solo sentimos el shock, sino que nos enfada que nuestra pareja haya podido hacernos algo así.
Después de todo, aunque el matrimonio no funcionaba fantásticamente bien, el engaño no era necesario. Él o ella podrían habernos dicho lo que ocurría. Pero ahora que la aventura ya tuvo lugar, se imponen decisiones. Estas decisiones pueden significar un cambio de vida y afectar a otras personas más allá de nosotros y nuestra pareja –pueden afectar a nuestros hijos y a nuestros seres cercanos.
Por ende, para decidir qué hacer, aquí van algunos consejos que pueden ayudarle. Específicamente, se refieren a lo que no se debe hacer.
1. No busques la venganza
Muchos cónyuges que han sido engañados quieren algún tipo de venganza. Después de todo, lo que su cónyuge le hizo no es justo. Pero aunque usted piense que él o ella tienen que sentir el mismo dolor que usted, vengarse no hace más que empeorar las cosas.
No intente, de ninguna manera, ponerse en contacto con la persona con quien lo/la engañó para decirle que es una basura. Y, más importante aún, no trate de vengarse a través de sus hijos diciéndoles qué le hizo su cónyuge. La venganza sólo complica las cosas y genera más problemas para eliminar y reparar más adelante.
2. No tomes decisiones extremas
Cuando usted descubre que su cónyuge está teniendo un romance, es imposible no pensar que todo acabará. Uno se pregunta cosas como “¿Mi pareja pondrá fin a la aventura?” “¿Nos divorciaremos?” y “¿Mis hijos se asustarán con esto?” Y aunque la aventura romántica de su pareja es una cuestión que trae aparejados cambios en la vida, no significa que usted deba tomar decisiones extremas –al menos no en lo inmediato.
Tomar decisiones extremas justo después de una aventura romántica generalmente lleva a tomar malas decisiones. Es mucho lo que ocurre a nivel emocional y mental como para tomar una decisión acertada ya mismo.
Se deben tomar decisiones, pero limítese a las de corto plazo –como, por ejemplo, si irán de todos modos de vacaciones en el verano o no. Tómese tiempo y deje que la situación decante. Después de un tiempo, cuando sienta que está en un lugar mucho más tranquilo y con la cabeza más despejada, podrá comenzar a tomar las decisiones más importantes que deben tomarse –por ejemplo, divorciarse o no.
3. No se lo cuentes a todo el mundo
Querrá contar con el apoyo de otros, y eso es bueno, De hecho, pedir ayuda puede contribuir a superar este difícil momento. Pero tenga criterio a la hora de elegir a quién decírselo. Contárselo a sus padres (a los que quizá su cónyuge ya no les gusta) puede garantizar vacaciones más incómodas todos juntos.
Y decírselo al jefe de su cónyuge podría hacer que lo/la despidan (si la persona protagonista del engaño también trabaja con él o ella, por ejemplo). Por lo tanto, pida ayuda si la necesita, pero analice bien a quién se la pide.
4. No perdones en seguida
Otra reacción habitual cuando una persona descubre que su cónyuge la engaña es dejar rápidamente todo atrás para volver a tener una relación feliz. De esa manera, se perdona rápidamente para recuperar la felicidad.
Pero perdonar demasiado rápido es como ponerle una cinta adhesiva a un problema más grave. Es necesario hablar de los temas difíciles para abordar los problemas en la relación y generar una verdadera reparación. Ambos deben hablarse mutuamente y ahondar en los problemas para generar una nueva relación que salga reparada de la aventura amorosa.
Los primeros días y semanas posteriores a descubrir una aventura amorosa son de una importancia fundamental. La manera de reaccionar puede ayudar a sanar o dañar más la relación. Ya habrá muchas cosas que es necesario reparar a causa de la aventura.
No conviene crear más cosas que necesiten reparación por la manera de reaccionar. Ser conscientes de estas cuestiones puede ayudar en el proceso de reparación.