Sheryl Sandberg, la Nº 2 de Facebook

Es una de las mujeres más poderosas del mundo tecnológico. Graduada en economía de Harvard. Madre. Viuda

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elsalvador.com

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2015-08-26 8:00:00

Con 45 años, Sandberg posee una fortuna estimada en 1,100 millones de dólares

Sandberg ha volcado su intelecto a la defensa de las políticas de igualdad que permitan a las trabajadoras ser madres a la vez

Segunda al mando de una de las redes sociales más poderosas del mundo, apasionada sobre la presencia de las mujeres en los diferentes puestos de mando y fiel amante de los cambios tecnológicos. Así es Sheryl Kara Sandberg, la directora operativa de Facebook.

Hace poco más de cuatro años, el último día de julio de 2011, el periódico español El País le dedicó un reportaje que tituló “Nadie puede con Sandberg 2.0”. En él, el medio europeo destacó que la economista, graduada summa cum laude de la prestigiosa universidad de Harvard, había logrado multiplicar por siete la cantidad de usuarios de Facebook en solo tres años de gestión.

Para 2011, ella había sumado 500 millones usuarios en la famosa red social, una cifra que apenas rondaba los 70 millones para cuando fue contratada por Mark Zuckerberg, como parte de una estratégica negociación de contratación que implicó arrebatársela de las manos a Google en 2008.

Sandberg ha sido reconocida en los últimos años como una genio de las ventas en Silicon Valley, la zona sur de la Bahía de San Francisco que ha presentado un auge en la cantidad de puestos de trabajo relacionados con la informática, ya que aloja a las mayores corporaciones tecnológicas de todo el mundo.

Con 45 años, Sandberg posee una fortuna estimada en 1,100 millones de dólares y fue situada en el año 2013 en la posición número 16 del ranking de la revista Fortune, entre un total de 50 mujeres relevantes en el mundo de los negocios. Poco antes de ser contratada en Facebook, también apareció en el listado de The Wall Street Journal dedicada a las mujeres que no hay que perder de vista.

MUJER Y LIDERAZGO

Sus perfiles académico y profesional, sin embargo, no son las únicas razones por las que ha saltado a la fama. A principios de agosto de este año, El País volvió a sacar una publicación sobre ella, en la sección de Tecnología, que enfoca el compromiso de Sandberg con las acciones por la mujer.

Sandberg ha volcado su intelecto a la defensa de las políticas de igualdad que permitan a las trabajadoras ser madres a la vez, algo que ella considera esencial para que una organización de cualquier índole sea competitiva en la economía moderna.

En su artículo “La ejecutiva que quiere más jefas”, el referido periódico la perfila como esa ejecutiva exitosa que es madre de familia a la vez y da detalles sobre su vida fuera del área laboral, la cual se ha vuelto aún más difícil luego de la repentina y accidental muerte de su esposo en mayo pasado.

Para este último reportaje, Sandberg dio detalles sobre las náuseas que sufrió durante su primer embarazo, las casi 70 libras que engordó por la misma razón y contó la anécdota de cómo un día caminó “como pato” hasta las oficinas de los fundadores de Google y sus jefes en ese entonces, Larry Page y Sergey Brin, para solicitarles parqueos exclusivos para mujeres encinta cerca de la entrada de las oficinas.

En sus declaraciones, Sheryl ha hablado sin tapujos sobre por qué la cultura empresarial sigue dominada por los hombres y sostiene que, de alguna forma, las mujeres se rinden voluntariamente antes de intentar llegar a lo más alto cuando se dejar vencer por la idea de que su carrera profesional perderá fuerza cuando tengan hijos.

Para abril de 2013 planteó ambiciosos retos para las mujeres en su libro “Vayamos adelante: Las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar”, en el cual proporciona recomendaciones prácticas, pero claves para que las mujeres sean líderes en sus trabajos y al mismo tiempo colaboradoras en sus hogares e invita a acabar con la desigualdad de género en las juntas directivas empresariales.

Hace apenas dos meses, Sheryl pasó por uno de los peores momentos de su vida: “He vivido 30 años en 30 días”, declaró. Su esposo, Dave Goldberg, un emprendedor carismático y empresario tecnológico, se cayó y se golpeó la cabeza mientras se ejercitaba en una cinta de correr. El traumatismo le ocasionó una pérdida masiva de sangre y murió a los 47 años. “Cuando pusimos a descansar al amor de mi vida, enterramos solamente su cuerpo. Su espíritu, su alma, su increíble habilidad de dar sigue aquí”, escribió Sheryl en su muro de Facebook.

Tras la pesadilla, se enfrenta ahora a seguir adelante con sus dos hijos, y entre tanto continúa predicando una frase que ha generado mucha polémica: “Cuando un niño se muestra fuerte, se le llama líder. Cuando una niña lo hace, se arriesga a que la llamen mandona”; una frase que es su bandera desde 2014, cuando lanzó una campaña en 2014 que proponía prohibir el uso de esta palabra para referirse a niñas que presentan habilidades de jefas.