Las autoridades de Seguridad Pública y policiales trabajan en una reestructuración de las subdirecciones, regionales, delegaciones y unidades en las que está dividida territorialmente la Policía, supuestamente para que la corporación policial sea más eficiente en el combate al crimen, en estos momentos en los que los índices de homicidios alcanza los 16 por día, aseguraron fuentes policiales. En mayo y junio, el promedio alcanzó los 22 muertes violentas por día.
La información proporcionada por fuentes de la Policía detalla que las autoridades tienen previsto eliminar las Subdirecciones Antipandillas, Antiextorsión y Rural, que se convertirían en unidades que estarían bajo el mando de las subdirecciones de Áreas Especializadas, Investigación y Seguridad Pública.
Estas unidades o divisiones policiales que se pretende crear estarían asignadas a cada delegación policial departamental, tal como se encuentran las unidades descentralizadas de investigación criminal.
Dentro de la propuesta se contempla la eliminación de las jefaturas regionales de la Policía y cada jefe departamental deberá de responder ante las altas autoridades por la situación delincuencial en la zona a su cargo.
Las unidades antipandillas pasarían como dependencias de la Subdirección de Áreas Especializadas, mientras que Antiextorsión pasará a formar parte de la Subdirección de Investigaciones y la Policía Rural sería una dependencia de la Subdirección de Seguridad Pública, según dijeron las fuentes policiales.
Aunque a esta última Subdirección se le pretende cambiar de nombre por el de Prevención, explicaron las fuentes. Agregaron que los oficiales de alto rango que están bajo la responsabilidad de las subdirecciones y regionales que se planea suprimir serían asignados en otras áreas o algunos de ellos podrían ser enviados como “enlaces” a distintos ministerios e instituciones gubernamentales, para coordinar lo que el gobierno denomina plan “País Seguro”.
Algunos denunciantes temen de que los traslados de oficiales se hagan para “deshacerse de aquellos oficiales que provienen de la Fuerza Armada o que no comulguen con sus principios ideológicos”. De hecho, hay un buen número de comisionados que se encuentra destacado en ministerios, pero que no desarrolla los conocimientos que posee sobre seguridad ciudadana y combate al delito.
Algunos oficiales consultados explicaron que resulta ilógico estar haciendo ese tipo de reestructuraciones del esquema organizacional de la Policía, por ejemplo la Subdirección Antipandillas, en momentos en los que los índices de homicidios aún se mantienen elevados. Además, señalan los denunciantes, las autoridades de la Policía le han atribuido a las la mayor cantidad de homicidios y extorsiones a las pandillas, lo que parece contradictorio porque se estaría reduciendo la capacidad de la policía para combatir a esos grupos. Otras fuentes de la Policía aseguraron que la Subdirección Antipandillas, creada a principios de 2012 durante la gestión del general David Munguía Payés como ministro de Seguridad Pública, “ya no tiene razón de ser y además no ha dado los resultados que se esperaban en contra de las pandillas”.
Otra de las divisiones que estaría en planes de desaparecer es la Policía de Turismo, pero según las fuentes, sería distribuida como unidades en cada delegación.
Lo que se quiere es hacer más eficiente la operatividad de la Policía y optimizar los recursos de la corporación, explicó un oficial de la Policía.
Se pidió la posición del Director General a la oficina de Comunicaciones de la Policía, pero nos dijo que la propuesta será dada a conocer a los jefes policiales para su discusión y aprobación.
Al menos una decena de comisionados que cuentan con amplia experiencia en el combate de la delincuencia se encuentran como “asesores” en distintas dependencias de la Policía. Fuentes policiales consultadas explicaron que estos altos oficiales están “desperdiciándose” porque desempeñan funciones que no guardan ninguna relación con la preparación y el entrenamiento que recibieron.
Aseguraron las fuentes que estos comisionados e inspectores que prácticamente se encuentran en lo que se conoce dentro de la policía como el “congelador” pueden aportar mucho con su experiencia a reducir los altos índices de homicidios y de extorsiones.