¿Cómo mantener un peso saludable?

Tenemos la idea preconcebida de que una figura o talla grande es "No saludable" y, por el otro lado, la idea de que una talla pequeña "Sí es saludable", cuando en muchos casos esto puede no ser cierto.

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elsalvador.com

Por Tatiana Rivera Deneke

2015-07-01 8:00:00

Tenemos la idea preconcebida de que una figura o talla grande es “No saludable” y, por el otro lado, la idea de que una talla pequeña “Sí es saludable”, cuando en muchos casos esto puede no ser cierto.

Con frecuencia, al hablar de peso pensamos erradamente en un número único en la báscula, en lugar de conocer a ciencia cierta cuánto de ese peso total es masa muscular, cuánto es masa grasa, qué porcentaje es agua, y así.

Tenemos la idea preconcebida de que una figura o talla grande es “No saludable” y, por el otro lado, la idea de que una figura o talla pequeña “Sí es saludable”, cuando en muchos casos esto puede no ser cierto.

Antes de catalogar o definir a alguien como saludable o no, debes analizar varios factores: genéticos, estilo de vida o rutina diaria, horas de sueño, actividad física diaria y hábitos alimenticios.

Debes también considerar cuánto del peso total es músculo, en qué partes del cuerpo podemos acumular grasa, circunferencia abdominal y sobre todo valores en sangre de colesterol, triglicéridos y glucosa, entre otros, que ayudan a tener un mejor panorama del metabolismo y de la condición de una persona.

También es importante que tomes en cuenta que el peso puede fluctuar a diario por razones como el almacenamiento de glucógeno (reserva energética de azúcares), que depende directamente de nuestro consumo de carbohidratos diario. Por cada gramo de carbohidrato que almacena tu cuerpo, se acumulan aproximadamente tres gramos de agua.

La pérdida de grasa es mucho más lenta que la pérdida o ganancia de masa muscular. Usualmente, cuando realizas un cambio drástico o rápido al limitar el consumo de carbohidratos, esa acción se refleja como peso agua y no como un cambio a largo plazo en células de grasa, llevando así a tener un efecto rebote.

Otra de las razones por las que tu peso puede fluctuar cada día es la retención de líquidos y los niveles de sodio, el cual está directamente relacionado con la retención de líquidos durante la alimentación: entre más sodio, más líquido.

A las dos razones anteriores se suma el ciclo menstrual. Durante la menstruación, las mujeres retienen mucho más líquido.

Y si hablamos de la forma menos saludable de reducir peso nos referiremos a la deshidratación.

Día a día, tanto mujeres como hombres se ven expuestos o influenciados a un constante bombardeo por parte de los medios de comunicación en cuanto a que deben tratar de lograr una imagen de modelo, aunque esto pueda llevar a desarrollar serios trastornos en la conducta alimenticia.

Muchos pueden someterse a nuevos métodos o dietas modernas, consumir medicamentos para suprimir el apetito o productos para acelerar el metabolismo, todo para conseguir la talla ideal, pero, al mismo tiempo, cada vez encontramos más promociones de comida chatarra y una gran variedad de productos procesados de los que no entendemos ni los primeros tres ingredientes listados en el paquete y mucho menos las etiquetas nutricionales o su efecto en nuestra salud.

¿Cómo pasar de ser delgados con métodos extremos, poco sostenibles y con fatiga a ser saludables, fit y con energía? NÚTRETE. ¡Los alimentos son energía para nuestro cuerpo!

Toma en cuenta medidas que no sean únicamente un número en la báscula, sino aquellas que ayuden de forma más eficiente a determinar dónde acumulas grasa corporal.

Si balanceas tus necesidades calóricas y nutricionales diarias junto con actividad física, deberá incrementar tu masa muscular y perderás cada vez más grasa; por lo tanto, tendrás más fuerza y no debilidad o fatiga.

CONSEJOS BÁSICOS

– Prefiere lo natural: Si no entiendes los ingredientes: un paquete que tiene cinco o más ingredientes es algo demasiado procesado.

– Evita los extremos: Sigue el plato saludable o balanceado como ejemplo, este puede incluir: vegetales, proteínas carnes magras, granos enteros, lácteos bajos en grasa, y frutas.

– Cuenta nutrición, no calorías: Las calorías pueden ser una guía para lograr tu requerimiento diario, pero contar los beneficios de alimentos verdaderamente nutritivos con las porciones y balance adecuado es más efectivo para nuestra salud general.

– Muévete más: La actividad física diaria tiene un sin fin de beneficios para tu salud, no solo para tu condición física, sino también para tu estado de ánimo.

– Come con inteligencia:Conoce qué grupos de alimentos necesitas diariamente y las porciones de los mismos. Mantén un horario de comidas con tres tiempos fuertes y dos refrigerios entre ellos.