Agencia EFE
La japonesa Marie Kondo ha logrado poner orden en las casas de medio mundo. Sus populares libros, en los que da consejos para deshacerse de las pertenencias innecesarias, se han convertido en un verdadero fenómeno internacional.
La “KonMari” manía -término con el que sus seguidores denominan a este método de limpieza- es un fenómeno que ha alcanzado 33 países gracias a “La magia del orden. Herramientas para ordenar tu casa… ¡y tu vida!” (Alfaguara, 2014), del que ya se han vendido más de 3,6 millones de ejemplares.
El éxito de esta japonesa de 30 años hizo que en el pasado abril fuera incluida en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo elaborada por la revista estadounidense “Times”, un selecto grupo en el que sólo consiguió colarse otro compatriota, el novelista Haruki Murakami.
La clave de su revolucionario sistema se basa en la idea de que “casi nadie es consciente de cuántas cosas posee”.
“No hay que pensar en que tenemos que tirar, sino en conservar solo aquello que consigue emocionarnos”, para evitar que el proceso se vuelva algo “negativo”, explica Kondo en una entrevista con Efe.
Además, la limpieza ha de ser rápida, nada de dejarlo para mañana o acumular trastos ante la duda de si deshacerse de ellos o no, hay que cortar de raíz.
“Después de seguir mi método, algunos han comprendido lo que es realmente importante en su vida y han tomado decisiones tan trascendentales como cambiar de trabajo”, revela la japonesa.
Kondo ha tenido mucho tiempo para perfeccionar su técnica. Su afición por el “katazuke”, término japonés que hace referencia a las acciones de limpiar y ordenar, comenzó a la temprana edad de cinco años cuando descubrió unas revistas de su madre.
En su segundo curso de universidad, con unos 19 años, comenzó a trabajar como maestra de esta disciplina. Sus clientes eran tan numerosos que la lista de espera para contar con sus servicios era aproximadamente de medio año.
La impaciencia de una de sus clientas fue el detonante de su primer libro -Kondo cuenta con cuatro volúmenes publicados en Japón-, que se lanzó en el país asiático en enero de 2011 y años más tarde ha catapultado su éxito internacional.
Con su sistema, no sólo enseña cómo almacenar de forma que los objetos sean más fáciles de localizar, sino también de tal manera que desordenar sea más complicado e “identificar aquello que realmente nos emociona se vuelve más fácil”.
Después de todo, para esta tokiota al acondicionar el hogar uno también pone en orden sus asuntos y su pasado.
Algunas de sus recomendaciones sorprenden a sus lectores foráneos que en muchos casos confiesan que su método es “muy japonés”.
“Cuando tiro cosas, les doy las gracias antes de deshacerme de ellas, pues no se trata únicamente de desecharlas, sino de reconocer la labor que han desempeñado en la vida de cada uno”, reflexiona.
Esa falda que sienta tan mal y sólo ha salido del armario un día contribuyó a darse cuenta de que ese tipo de ropa no sienta bien; los tacones de 15 centímetros hicieron comprender que quizá son más soportables otros más bajos; y esa camiseta que sienta tan bien ayudó a lucir espléndida durante años, pero es hora de renovarla.
En una sociedad como la nipona, en la que las casas tienen un tamaño medio reducido, el apego a lo material no está muy extendido. De hecho, abundan las tiendas de segunda mano y las iniciativas de reciclaje, que ayudan a desembarazarse de lo que no se quieren para adquirir nuevas cosas.
Kondo, quien ya ha visitado países como Estados Unidos, Italia y Francia para promocionar sus libros, quiere continuar viajando para “aprender cuál es la distribución de las casas” en Occidente.
No obstante, tras 10 años de carrera, Kondo se enfrenta a otro nuevo reto, la maternidad. El nacimiento de su primer hijo, previsto para este mes, supone para ella un nueva experiencia de la que le “encantaría” escribir.
Para suplir su ausencia, tanto durante el embarazo como por otros compromisos laborales, existe en Japón una asociación encabezada por la nipona que se dedica a formar expertos en “katazukeru” que continúen su labor.
Kondo quiere además establecer un servicio para instruir consultores de esta disciplina en el extranjero.
Sin duda, una excelente noticia para todos sus aficionados que sueñan con introducir un poco de orden en el siempre placentero caos del hogar.