Cuando se arranca un proyecto de tal magnitud como el Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss), se debe prever todo, pero a la fecha, después de casi de dos años, las calles y avenidas que en su momento fueron nombradas como “rutas alternas” ya se transformaron en arterias de circulación permanente y nadie se preocupa por darles mantenimiento.
Y es que desde que la carga vehicular de estas rutas comenzó a aumentar, las vías ya lucían en mal estado, lo que ha generado, al momento, que los automovilistas tengan que sortear una serie de agujeros y baches al transitar por las vías.
Los vecinos de la 18a. Avenida Norte, del barrio Concepción, en San Salvador se han visto en la necesidad de invertir para arreglas las calles.
“Los dueños de la panadería de la zona compran cemento y arreglan las calles. Con eso del Sitramss se ha llenado más de hoyos porque esta avenida no aguanta tanto vehículo”, relató Rodrigo Lara, quien ha vivido en la zona más de 20 años.
Por esa vía circulan las rutas de buses y microbuses 4, 4T, 109, 31 y la 7D, los que a duras penas esquivan los agujeros.
Gerber Santos, conductor, contó que ocupa esta arteria porque así evita un poco el tráfico, “pero de lo que no me libro es de este montón de baches. Como ciudadano, le hago un llamado a las autoridades correspondientes para que velen por estas calles, que las llamaron alternas y hoy las han olvidado”, exhortó.
Cerca de la zona, la calle Guatemala y El Tamarindo también están deterioradas por el exceso de automotores que circulan por las vías.
Otro que luce en pésimo estado es el carril lateral del Bulevar del Ejército, el que es utilizado para evitar el tráfico y buscar la 54a. Avenida Sur, mejor conocida como calle principal de la colonia La Chacra, la cual una ruta de escape.
Pero dicha ruta tampoco es la mejor opción, ya que está llena de agujeros creados por el aumento del parque vial que hace uso de la avenida.
Por la 54a. Avenida Sur circulan unas 11 rutas, entre ellas la 41D, 29F, 3, 113, 140, 9A.
El 3 de junio de 2015 se cumplen dos años de que autoridades de Obras Públicas desviaron el tráfico de la Alameda Juan Pablo II a las calles aledañas, las que han sufrido daños colaterales por la falta de mantenimiento.
Las 60 rutas de buses y microbuses que sacaron de la Juan Pablo II se las han ingeniado para buscar otras vías para circular, las cuales, en su mayoría, están arruinadas.
A eso hay que sumarle que antes del Sitramss, el Viceministerio de Transporte manejaba el dato que el Bulevar del Ejército era utilizado a diario por 50 mil automotores y la Juan Pablo II, por 41,470, los que saturan las vías alternativas y eso pasa factura a los conductores. La 30a. Avenida Norte y calle San Juan, del barrio Lourdes; la 34a. Avenida Norte y la 18a. Avenida sur, en las cercanías de la Avenida Independencia, también esperan a ser reparadas.