Si usted quiere salir “paniqueado” ante el miedo a la senectud que viven dos personas, debe asistir a ver “Dos viejos pánicos”, y adentrarse en la habitación y la vida de Tabo y Tota, los protagonistas del espectáculo que se presenta actualmente en La Galera Teatro (Condominio 2000, esquina calle a las Tres Torres y bulevar de Los Héroes, Edificio B, nº 26).
La obra, bajo la dirección de Fernando Umaña, y en la que participan los actores Omar Renderos (Tabo) y Francisco Borja (Tota), tiene como tema principal el miedo de un matrimonio, no solo ante la muerte, si no a la vejez y la vida misma.
Este ha sido un montaje preparado durante siete semanas, tiempo que los actores que lo han llevado a las tablas definen como récord comparado con otras presentaciones, lo cual les exigió largas jornadas de ensayos diarios, respetando los procesos teatrales que el director quería lograr.
“Dos viejos pánicos”, del cubano Virgilio Piñera, es ganadora de Premio Casa de Las Américas 1968. Su montaje escénico, de acuerdo con Umaña, no se realiza en el país desde 1970.
“Partimos de los miedos propios, eso nos lleva a hablar de nosotros mismos, nos lleva a hablar de cómo vivimos… Nosotros vivimos ‘paniqueados’, en una sociedad ‘paniqueada’: tú, para salir, piensas a qué horas salir, sabes qué horas son peligrosas, qué lugares; cuando ves el autobús y de repente dices que no te subes porque viste a alguien”, comentó el director, al hablar sobre el tratamiento que realizó del tema.
Un punto a favor de la obra, desde la perspectiva de Umaña, es que se convierte en atemporal, por la vigencia de sus temáticas.
Tanto Borja como Renderos destacaron que para ellos todo fue un reto desde el inicio.
Borja dijo que al leer “Dos viejos pánicos” hace algunos años, se sintió identificado con Tabo, pero que esto cambió cuando el director invirtió esos papeles y él tuvo que interpretar a Tota, una señora valiente, que al mismo tiempo se acobarda ante sus propios temores.
Además, en una obra de esta magnitud, él nunca había interpretado el papel de mujer, pero un aspecto que le ha ayudado al desarrollo del personaje es la influencia que ha generado sobre él es el provenir de una familia en donde siempre han existido mujeres fuertes como Tota.
Ante esto, Umaña señaló que aunque el actor representa a un personaje femenino, en ningún momento no deja de ser hombre, sino que contiene energía de este género.
En cambio, Omar Renderos, quien interpreta a Tabo -un hombre que también le teme a la vejez y odia la juventud- destacó que el mayor reto al que tuvo que enfrentarse en esta propuesta artística fueron sus propios miedos.
“Es un reto, porque al enfrentarte a vos mismo, siempre hay un redescubrimiento en ti, un replanteamiento, un cuestionamiento”, recalcó.
De igual forma agregó que el miedo ha sido explotado desde diferentes perspectivas en esta obra y al ser un sentimiento universal se ha abordado a tal punto que parezca menos abrupto o justificado ante la vida.
La habitación de los viejos
Una instalación escénica conformada por un collage de elementos de diferentes culturas es lo que el público podrá observar en la habitación de Tabo y Tota.
La instalación es del artista salvadoreño Romeo Galdámez. Está formado por tres cuadros y un mural que reflejan a personas y símbolos emblemáticos de la región como Frida Kahlo y Prudencia Ayala; norteamericanos como Marilyn Monroe, Marlon Brando y Mickey Mouse; y occidentales como El hombre de Vitruvio, de Leonardo da Vinci.
Además, el piso de esta habitación tiene la forma de dama de ajedrez, con el objetivo que se observe el juego que los actores hacen entre ellos mismos y con el público, ya que en algunas escenas de la obra, las personas tienen la oportunidad de pasar a la habitación de los dos viejos pánicos y realizar diferentes acciones dramáticas.
“Dos viejos pánicos” estará hasta el 12 de julio. Los horarios en los que puede disfrutarla son: viernes 8:00 p.m.; sábados 8:00 p.m.; y domingos 5:00 p.m. El precio de la entrada general es de $6 y estudiantes con carnet $4.
Prepárese para esta obra, su director los invita así: “Traigan sus miedos, compártanlos. Aquí jugamos con ellos”.