Luis Enrique Aguiluz, de 41 años, se ganaba la vida como mecánico. Lo que ganaba debía distribuirlo entre un hijo, menor de edad, que sufre parálisis cerebral; entre el resto de su familia y presuntamente entre unos pandilleros que lo estaban extorsionando.
La víctima fue atacada a balazos, la madrugada de ayer, en su taller, situado en la finca El Socorro, del cantón Las Delicias, en San Martín, al oriente de San Salvador.
Las autoridades informaron que el mecánico ya había recibido amenazas porque no les entregaba el dinero que le exigían.
Allegados de la víctima sostuvieron que el hijo de Aguiluz dependía de él económicamente y para movilizarse.
En la escena se rumoró que tras cometer el homicidio, los delincuentes amenazaron a los lugareños con no salir de sus viviendas después de las 8:00 de la noche. Esta versión no fue confirmada por la Policía.
El fin de semana pasada fue registrado el asesinato de otro mecánico en la misma zona, por lo que no se descarta que sean los mismos atacantes por exigir la renta.
¿Lo matan por orinar grafitis?
Juan López García, de 60 años, fue ultimado en la comunidad 13 de febrero, en Ilopango. Ricardo Carrillo, jefe de la subdelegación de ese municipio, informó que no hay certeza sobre el móvil del ataque.
Según él, algunas fuentes señalaron que López trabajaba como vigilante y que un cabecilla de la mara Salvatrucha lo había amenazado.
También se rumoró que lo mataron porque se orinó en un muro donde hay grafitis de la pandilla; sin embargo, el delegado policial manifestó que esa hipótesis no se había logrado confirmar.