Correa propone impuestos a las herencias y la plusvalía

Correa pretende gravar con lo que la oposición considera "intereses leoninos" las herencias, además de los ingresos extras por la venta de bienes inmuebles.El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, se ha propuesto redistribuir la riqueza de su país y ha propuesto dos leyes que aumentan los impuestos.

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El presidente Correa ha generado malestar en diversos sectores con su proyectos de ley para redistribuir la riqueza. Foto Expansión/EFE.

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2015-06-15 8:00:00

QUITO. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha dicho claramente que está dispuesto a acabar con la empresas familiares de su país. “El 80 por ciento de las empresas tienen estructura familiar, ellos (la oposición) quieren mantener eso, nosotros queremos acabar con eso”, sentenció el mandatario a principios de este mes.

Correa, quien abandera el Proyecto de Ley Orgánica para la Redistribución de la Riqueza, ha dicho que lo que pretende es democratizar la propiedad.

La propuesta del Gobierno es subir impuestos a la herencia de 35 % al 77.5 %. Actualmente se grava valores superiores a los $68,800, mientras que con la propuesta oficial se baja a un piso de $35,400.

Tres de cada mil ecuatorianos reciben una herencia cada año, y tres de cada 100 mil reciben un patrimonio mayor a 50 mil dólares. Entre 2010 y 2014 solo cinco personas, de los 16 millones de habitantes, heredaron más de un millón de dólares, según el presidente.

En sinergía con la Ley para la redistribución de la riqueza (herencias) están las reformas a Ley a la Plusvalía, la cual pretende fijar un tributo del 75 % para los ingresos extra por la venta de inmuebles. Ambas propuestas ya están en manos de la Asamblea Nacional.

“Será el pueblo el que decidirá, en 2017, seguir votando para que el 80 % de las empresas mantengan estructura familiar o reelegir a la revolución ciudadana y con medidas inteligentes, justas, legítimas y técnicas, democratizar la propiedad”, afirmó.

La decisión del mandatario, de incrementar, vía ley, el impuesto a las herencias con el fin de acabar con la estructura familiar de las empresas ecuatorianas, ha comenzado a preocupar a diferentes sectores económicos de ese país.

El periodista Alfredo Pinoargote, en su comentario semanal en Ecuavisa, considera que es necesario hacer una consulta popular, si se toma en cuenta que entre el 80 % y 90 % de las empresas en el mundo son de estructura familiar y representan la médula de la economía mundial.

Las empresas familiares van desde las más grandes, hasta las medianas y pequeñas, desde la Toyota en Japón, Ford en Estados Unidos, Ikea en Suecia, Samsung en Corea del Sur, o América móvil en México, hasta la costurera o artesano del barrio, detalló el periodista.

“En un pasado lejano, los derechos hereditarios estaban reservados para el hijo mayor, y con la reforma legal que propone el presidente es como nombrar al Gobierno Nacional hijo mayor de las familias del Ecuador, con derechos hereditarios leoninos para acabar con la estructura familiar”, dijo Pinoargote.

Esa misma preocupación fue expresada la semana pasada por el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, debido a que la imposición de ese tipo de esquemas traerá consecuencias negativas a la economía de Ecuador.

“En Quito, siete de cada diez empresas son iniciativas familiares, que han sido construidas con el esfuerzo y el trabajo de ciudadanos que soñaron en dejar un futuro mejor para sus hijos… Por eso, esta propuesta legal afecta la aspiración de miles de familias de prosperar y trascender”, dijo Rodas en un comunicado de prensa de la comuna.

El Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), ha pedido al presidente Correas que archive los proyectos de Leyes de Herencias y Plusvalía.

Sin embargo, el mandatario ha hecho caso omiso de tal petición, e incluso ha llegado a considerar al CEE “un partido político”, según cita el periódico El Universo.

“Escuché a un dirigente que decía que esto impedirá la inversión extranjera, lo cual es absurdo… el impuesto lo pagarán los ricos y no los pobres”, dijo Correa el pasado fin de semana. —Expansión.