3 consejos para decirle adiós a la pancita post-parto

Recuperar tu silueta después del nacimiento de tu bebé es posible. Pon a prueba estas recomendaciones y compártelas con tus amigas.

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Por Emma E. Sánchez, Familias.com

2015-06-10 8:00:00

Apenas pasaba un mes del nacimiento de cada una de mis hijas, corría a probarme alguno de mis vestidos favoritos y, cuando lograba que me entrara, por más apretado que fuera, ya me sentía feliz.

Conforme pasaban los meses y seguía bajando de peso, más animada me sentía a recuperar mi talla y silueta, pero aunque veía que mi cuerpo recuperaba su forma, la pancita no desaparecía y yo me deprimía.

Después de tres hijas, partos y cesáreas descubrí la manera de bajar de peso, recuperar la silueta y desaparecer esa terrible pancita que tanto nos puede llegar a incomodar. Lo primero que debes entender es que tu cuerpo ha pasado por una transformación maravillosa, que ha sucedido el milagro de dar vida a un ser humano y que ahora eres una mujer totalmente diferente.

Tu cuerpo está madurando y ahora comenzará a florecer de una nueva y mejor manera. En segundo lugar, debes ser paciente, ya que tu cuerpo tardó nueve meses en modificarse, así que recuperarte tomará tiempo.

Si acaso tuviste una cesárea, tus músculos tardarán un poco más en reconstruirse y tener fuerza, así que ten paciencia contigo misma, por favor. Una vez señalado esto, te comparto los siguientes consejos:

1. Modifica tu dieta

De manera independiente a la cantidad de los kilos que hayas ganado, elimina estos alimentos de tu dieta: refrescos (inclusive si son “light” o de dieta), harinas blancas (las integrales puedes consumirlas ocasionalmente), alimentos fritos y azúcar. Incluye en tu dieta fibra natural, agua y semillas de linaza o chía para mejorar la digestión y el tránsito intestinal.

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2. Tonifica tu cuerpo

Puedes tener tu rutina de ejercicio, ir al gimnasio o regresar a practicar tu deporte favorito, ¡eso es excelente! Considera ejercicios específicos para el área abdominal siempre y cuando el médico ya te haya dado de alta y no tengas puntos de sutura, si es que tuviste una cesárea.

El yoga puede ser muy amigable para fortalecer tus abdominales.

3. Mejora tu postura

La pancita puede ser grasa abdominal, demasiada materia fecal en tránsito, inflamación intestinal, tejido o piel flácidos a consecuencia del embarazo y la combinación de todo lo anterior.

El problema de la grasa y el tránsito intestinal mejora mucho con la dieta y el ejercicio, mientras que la flacidez desaparece notablemente cuando cuidas tu postura constantemente.

Para lograr esto, es recomendable que camines erguida y manteniendo el abdomen contraído, siéntate derecha y no te encorves. Si es necesario, usa una faja que te dé un buen soporte y sostenga tus músculos mientras los tonificas y fortaleces.

Una muy buena recomendación para la postura es alinearte frente al espejo: ponte de perfil en un espejo donde puedas verte de cuerpo completo e imagina una línea derechita que vaya de tus hombros al codo, la rodilla y a tu tobillo, así de derecha debes de andar.

Si tu espalda y columna vertebral están torcidas, tu vientre desarrollará “lonjas” o “llantita”, así que cuida mucho tu postura. Es bueno desear verte bien, cuidar tu peso y presentación personal; acepta tu nueva apariencia y sobre todo ámate mucho por favor.