“Que su intercesión abra caminos a la reconciliación entre nosotros”

Califican a Romero como "un hombre de Dios". Esperan "que su intercesión abra caminos a la reconciliación entre nosotros"

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Que su intercesión abra caminos a la reconciliación entre nosotros

Por Lilian Martínez servicios@eldiariodehoy.com

2015-05-21 8:00:00

La inminente beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez y su ejemplo de vida deberían ser la ocasión propicia para “vivir coherentemente” el “compromiso bautismal” de quienes se dicen cristianos católicos. Además, la intercesión del primer beato salvadoreño debería abrir caminos para la reconciliación de esta sociedad.

Esos son parte de los llamados que hacen los obispos salvadoreños que integran la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) con ocasión del rito de beatificación que tendrá lugar mañana a las 10:00 a.m. en la plaza dedicada a El Salvador del Mundo.

El mensaje de la conferencia, emitido ayer, lleva por título “Entra en el gozo de tu Señor” (Mateo 25, 21). Consta de 15 numerales a través de los cuales 12 obispos resumen las razones por las que Romero se sumará a la lista de beatos reconocidos por la Iglesia Católica.

Los prelados instan a los creyentes a vivir con gratitud la beatificación, pero también hacen una recomendación: “Preparémonos espiritualmente para ser testigos de la glorificación del pastor que dio la vida por Cristo y por el pueblo”.

Los obispos recordaron las palabras que San Juan Pablo II expresó cuando se enteró del asesinato del obispo mártir: “Al conocer con ánimo traspasado de dolor y aflicción, la infausta noticia del sacrílego asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, cuyo servicio sacerdotal a la Iglesia ha quedado sellado con la inmolación de su vida mientras ofrecía la víctima eucarística”.

Treinta y cinco años después, en la víspera de la beatificación, los obispos reconocen que “no ha sido fácil el camino” que culmina mañana. “La mayor dificultad fue la manipulación que se hizo de la figura y de la palabra del futuro beato”, recordaron. Por esa razón, Juan Pablo II exclamó: “Romero es nuestro, es de la Iglesia, no permitamos que nos lo arrebaten”.

Los obispos agradecen al Papa Francisco, en nombre de los salvadoreños que haya firmad el decreto de martirio “en odio a la fe”. Además dan la bienvenida al enviado especial del Papa, el Cardenal Angelo Amato, quien presidirá la beatificación, y a Monseñor Vicenzo Paglia, promotor de la causa de beatificación.

El mensaje de la CEDES describe a Monseñor Romero como hombre de Iglesia, servidor de los pobres y “testigo de la fe hasta el derramamiento de su sangre”.

Como hombre de Iglesia, los obispos recuerdan que “cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe examinó la doctrina de Monseñor Romero, comprobó que era totalmente ortodoxa y que no fue contaminada por ninguna ideología”.

Como ejemplo, citan su homilía del 27 de marzo de 1978, en la que el obispo mártir explica que la verdadera libertad que debe buscarse es “la que Cristo inauguró en esta tierra al resucitar y romper las cadenas del pecado, de la muerte y del infierno”.

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