Familiares y amigos velaron por 10 hora el cadáver equivocado en la provincia argentina de Córdoba, publica el diario La Nación.
Según el medio, las personas notaron que el difunto lucía diferente a como lo recordaban en vida, pero en medio del dolor decidieron callar.
“A todos les parecía que estaba raro, hinchado. Pero, entre el dolor y los nervios, nadie se animaba a decir que directamente asemejaba otra persona”, dijo Sergio Barrionuevo, sobrino del muerto.
Cuando las sospechas de todos eran más evidentes, un familiar quitó la mortaja del cuerpo y descubrió en una pierna la etiqueta con la identidad de un desconocido.
Inmediatamente se fueron donde había muerto Eduardo Barrionuevo, de 68 años, y encontraron a la verdadera familia del difunto.
“Es llamativo que la familia no se haya dado cuenta”, acotó el director del Hospital Italiano, Juan Gras, consultado por el incidente.
“Es espantoso, para nosotros y para la otra familia”, dijo Sergio al admitir sentir culpa por no haber advertido inmediatamente que el cadáver no era el de su tío.
Barrionuevo y la otra persona murieron el pasado jueves en el Hospital Italiano de la capital provincial.