SAN JUAN. Ante inversores potenciales de América Latina y España, Puerto Rico jugó ayer su baza de territorio bajo legislación y jurisprudencia estadounidense, pero casi libre de impuestos y donde los negocios se hacen en español, para tratar de atraer inversión extranjera que le ayude a reactivar su economía.
“Quien invierte en Puerto Rico sabe que lo hace en territorio estadounidense, regulado por sus leyes federales y protegido por su sistema judicial, pero con la ventaja de enormes exenciones fiscales”, explicó ayer a Efe el secretario de Desarrollo Económico de la isla, Alberto Bacó.
Bacó fue el encargado de dar la bienvenida a los empresarios de América Latina y España que se reúnen estos días en San Juan para participar en el Puerto Rico Investment Summit, organizado por el Gobierno de la isla para tratar de atraer capital extranjero que le ayude a salir de la recesión en la que lleva sumida casi una década.
Sin embargo, la palabra recesión no se escuchó en las ponencias, como tampoco de la amenaza de que haya que decretar un cierre gubernamental en tres meses si no obtienen nuevas fuentes de ingresos.
“No es algo que tengamos que mencionar. Los inversores aquí reunidos son conscientes y muchos de ellos han sufrido esos mismos problemas fiscales en sus países. Les interesa más conocer nuestros incentivos fiscales y nuestras oportunidades como puerta de entrada a EE.UU. y a Latinoamérica”, dijo Bacó a Efe.
En las presentaciones también se habló mucho del elevado nivel educativo de la población puertorriqueña y de su “bilingüismo y biculturalidad”.
“A nuestros ingenieros los fichan las empresas americanas antes de que acaben sus estudios”, dijo Bacó, añadió sin mencionar el problema que supone la elevada migración de universitarios y profesionales que se trasladan a EE.UU., donde no necesitan visado. Pero de lo que más se habló fue de los agresivos incentivos fiscales que ofrece la isla para atraer capital y que están logrando sus frutos, incluso entre inversores chinos,
Un grupo de inversores chinos, “muchos con el interés de poder traer a sus hijos a estudiar en EE.UU.”, ya ha comprometido 35 millones de dólares. “En cuanto se reúnan 60 de los 115 millones necesarios se empezará la construcción”, dijo la directora de la Compañía de Turismo, Ingrid Rivera, respecto a un nicho inversor -el de la comunidad china- que hasta ahora no había hecho una entrada fuerte en Puerto Rico, pese a que en muchas otras islas del Caribe ya cuentan con presencia.
En cuanto a inversores del mundo hispanohablante, los principales funcionarios del Gobierno puertorriqueño destacaron la próxima inversión del grupo Meliá en dos nuevos hoteles y el avance de las negociaciones con Globalia para que opere un hotel con el que completar su oferta de vuelos directos entre España y Puerto Rico a través de Air Europa. —EFE.