SAN MIGUEL. Maritza, una joven de 20 años, lleva más de dos años en la búsqueda de su primer empleo, pero después de entregar una decena de hojas de vida, asistir a muchas ferias de empleo y realizar varias entrevistas, la búsqueda se ha vuelto casi una misión imposible.
“La respuesta que recibo es siempre la misma: le llamaremos. Pero no lo hacen y cuando me han llamado, el problema que enfrento es que no tengo experiencia y, para colmo, que por mis estudios, aunque mis clases son sólo de noche”. Como ella, hay cientos de jóvenes en San Miguel.
Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo (Mitrab), el año pasado esa institución realizó dos ferias de empleo con 600 plazas a disposición, pero sólo 163 puestos fueron llenados.
Según Adrián Mendoza, coordinador de empleo del Mitrab en San Miguel, “la mayoría de las plazas disponibles tenían requisitos que los aspirantes no podían cumplir, como experiencia, o estudios superiores o acreditaciones internacionales, y la mayoría de la gente que viene es porque busca una primera oportunidad”, explicó.
En la mayoría de ferias de empleos, las ofertas de empleo son hasta cinco veces superadas por los demandantes.
Una muestra de ello fue una feria de empleo realizada recientemente por una empresa privada que ofertaba 200 puestos, y los aspirantes que llegaron fueron más de dos mil.
Según Mendoza, las plazas que son llevadas a ferias son las más complicadas para llenar por la empresa y precisamente son lanzados a estos espacio, pero llenar resulta muy difícil.