Antonio Cabrales cree que para impulsar la economía y mejorar las condiciones de la población se necesita recuperar la confianza en el país. Además, retomar programas de asistencia técnica para aumentar la productividad y así asegurar mejores salarios a los salvadoreños.
El exministro de Agricultura y también expresidente de Fusades expresó que, en general, se debe respetar el estado de Derecho para que todos los sectores del país trabajen en beneficiar a los salvadoreños. Pidió, además, que los ministros lleven a la acción el discurso de diálogo del presidente Sánchez Cerén.
¿Qué cree que es clave para mejorar la generación de trabajo y seguridad?
Creo que es confianza. Aunque a muchos les aburre esa palabrita, yo lo viví con la presidencia de Cristiani. Con los años de guerra, la reforma agraria, muchas cosas injustas… hubo cosas que deterioraron la confianza.
Recuerdo que llegamos y Cristiani dijo “vamos a volver al libre comercio”. Los precios del café estaban en el suelo y, sin embargo, regresó la confianza. Lo sentí cuando los vendedores de abono comenzaron a vender fertilizante, porque los cafetaleros comenzaron a podar en fincas. Al poco tiempo la producción iba para arriba.
El gobierno inició su gestión hablando de diálogo. ¿Qué se debe corregir para recuperar la confianza?
Creo que convertir el discurso en una realidad. Todos estábamos esperanzados con las primeras palabras del presidente Sánchez Cerén. Hemos visto que es un hombre mucho menos conflictivo.
No ayudó en nada esto que hizo el Ministerio de Hacienda. Ahora veo en los diarios que no dejan de retractarse, pidiendo disculpas con algunas personas. Me alegro. Es de hombres valientes aceptar ciertos errores.
¿Y en lo político?
Me ha agradado que veo en el diario que los del FMLN están en un debate de cuál va a ser su rumbo. Están hablando de un socialismo, no hablan de marxismo-comunismo.
Sabemos que cuando cayó el muro de Berlín se inventaron el socialismo del siglo XXI, pero ahora está hablando Medardo de un socialismo no radical. Eso da ya un poco de confianza.
Puedes ser socialista, pero demócrata, respetar la democracia, libre expresión, libertades individuales, que es lo que siempre defendemos en Fusades.
Estoy seguro que si en este país se respeta la Constitución y trabajamos para que las instituciones democráticas continúen avanzando y regrese la confianza a este país, podemos resolver todos los problemas que nos aquejan, inclusive los homicidios y lo económico.
¿Qué cree que es urgente para reactivar la producción agrícola en el país?
Si algo pretendo conocer bastante es sobre el agro. En términos del agro latinoamericano, el problema que lo aqueja es la baja productividad, no producción. La gente confunde producción con productividad. La productividad refleja cuán eficaz sos.
En esto está inmerso la pobreza en todos los sectores rurales de América Latina. Se debe a la baja productividad.
Antes había un programa de extensión agrícola, en la universidad daban las clases pero el agrónomo salía a dar sus conocimientos. En los años 80 se terminó eso, el populismo lo terminó.
Cuando yo llego en el 89, pregunto si teníamos extensión agrícola, y me dicen “eso se acabó”. Me dicen de un programa de desarrollo rural, 3 mil personas, programas de educación, salud y vivienda, pero no extensión agrícola.
La única justificación de tener un Ministerio de Agricultura es para hacer investigaciones de las mejores variedades de papa, frijol y maíz, para luego darle esos resultados a los extensionistas y que salgan a dar asistencia técnica.
Cuando llego al Ministerio de Agricultura, el promedio en maíz era de 35 quintales por manzana. Dijimos de volver al extensionismo y llegaron a sacar 90 quintales por manzana.
Un campesino que tiene y vende, alivia su pobreza y en una forma digna. De su esfuerzo y su trabajo. Un campesino que paga un préstamo, lo puede pagar con esa productividad. El problema es productividad.
Siempre he dicho pongan 500 agrónomos en el campo, ese es el mejor programa social que podés tener. No lo entienden.
Hoy están queriendo hacer una ley de seguridad alimentaria. No podés legislar para eso. Poné los agrónomos en el campo a enseñar a producir y la independencia alimentaria va a venir per se.