Granja integrada, opción agrícola

Aprovechar los recursos al máximo dentro de una propiedad es una forma de reducir inversiones

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Una plantación de mango no requiere de grandes cuidados y para su fertilización se puede elaborar abono a partir de desechos animales y vegetales. foto edh

Por Mariano Villatoro comunidades@eldiariodehoy.com

2015-05-25 7:00:00

Granja Integrada de Auto Gestión, un concepto que puede ser aprovechado por pequeños y grandes agricultores.

La idea es eliminar la autocomplacencia poniendo nuestras aptitudes en acciones que generan un sistema autosostenible y rentable en el que se aproveche follaje, frutos o semillas para alimentar a los animales de nuestras granjas y cuyos desechos puedan ser convertidos en fertilizantes para los árboles frutales, ornamentales, plantas alimenticias o medicinales.

Es una forma de aprovechar el invierno para afrontar los problemas alimentarios, ecológicos y económicos.

Es una forma de vida sostenible, fundamentada en parámetros biométricos y econométricos, de mayor o menor eficiencia de acuerdo a la creatividad y pasión que cada individuo o familia le ponga en su desarrollo.

El verdadero secreto de una GIA es la evolución de sistemas y subsistemas en forma integrada en torno al aprovechamiento de los recursos que generan un ecosistema con la participación del ser humano, induciendo la productividad en sus diferentes renglones de aprovechamiento, constituyéndose en el bastión del agroturismo y una maquinaria de producción de bienes y servicios agrícolas, ecológicas, socioculturales y económicos.

Creativos

La GIA no es exclusiva de un campesino o de gente adinerada; más bien es propia de la creatividad sin importar su nivel académico o profesión. Lo importante es disponer de un área de terreno, en la cual podamos realizar cultivares de frutales, forestales y ornamentales, creando bosques y sotobosques, conectados por senderos bordeados por setos con diferentes áreas de descanso y estableciendo pequeñas granjas de conejos, pollos, gallinas, patos gansos, codornices, peces u otras especies menores que con mínimas inversiones y poco mantenimiento, brindarán alimentos para nuestro consumo y a la vez podemos obtener ingresos los doce meses del año.

Para realizar cultivares de árboles y plantas, la mejor época es al inicio del invierno, a fin de aprovechar la fertilización que traen las primeras lluvias, al arrastrar los diversos nutrientes que pululan en la atmósfera.

Entre los frutales promisorios y de bajo costo para establecerlas, con enorme capacidad de adaptarse a diferentes tipos de terrenos tenemos los frutales rústicos, cuyos frutos tienen alta demanda en el mercado de exportación de productos étnicos tales como: paterna, arrayán, nance, limón, zapote, guayabo, cacao.

También carao, guanabo, marañón, mamoncillo, mangos, achiote, matasano, moringa, pacaya.

Es recomendable establecer cultivares de especies autóctonas que permiten el desarrollo de la fauna silvestre y brindar estampas del quehacer cotidiano, lo cual es un atractivo para los turistas extranjeros y nacionales.

Además brindan productos artesanales e industriales a base de madera, también puede obtenerse frutas todo el año, sabiendo escoger las plantas que alternadamente brindan.

Es recomendable distribuir en el terreno árboles que brinden flores todo el año tales como llama del bosque, jacaranda, magnolio del Himalaya, San Andrés o especies de espectacular floración que si se combinan adecuadamente ofrecerán flores todo el año.

Otras opciones son el gravileo, el maquilishuat, cortés blanco, cortés negro, árbol de fuego, jacaranda, butea, Júpiter de Java, madrecacao, almendro; también es recomendable sembrar áreas de jardines comestibles y medicinales.

Con ello se reducen costos al aprovechar todo recurso.