La corrupción que tiene en el ojo del huracán a Brasil con el caso de la estatal Petrobras no ha afectado los contratos de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) con varias firmas involucradas en la investigación que están realizando autoridades fiscales y policiales del país suramericano.
Compañías como Intertechne, que diseñó dos veces la presa El Chaparral o Queiroz Galvao, que ejecuta la expansión de la central hidroeléctrica 5 de Noviembre, están en la mira porque participaron en un mecanismo donde aumentaban sin justificación los costos de los proyectos, una práctica, que según la información en medios brasileños, se replicó en varios países para lograr recursos que luego se desviaron al Partido de los Trabajadores (PT en el gobierno) e incluso a la oposición.
Acá existe una coincidencia, ya que el costo original de la expansión de la central 5 de Noviembre no superaba (en enero de 2011), los $136.3 millones, $53 millones menos que los $189. 3 millones por los que se suscribió el contrato 4749-S el 29 de enero de 2013 con Queiroz Galvao y Andritz Hydro, durante el gobierno del expresidente Mauricio Funes .
Según el acta de CEL 3435 del 16 de diciembre de 2010, el presupuesto para la construcción y puesta en servicio de la expansión de la presa más antigua del país era de $136,355,000 a un costo por kilovatio hora instalado de $1,704.43.
Sin embargo, el acta 3527 del 5 de julio de 2012, cuando se autorizó el inicio del proceso de contratación bajo el mecanismo de “cocalificación”, confirma que CEL estimó para la ejecución de la obra $181 millones 989 mil 861 de los cuales $115 millones serían de múltiples préstamos internacionales, $7.6 millones de donación de la Unión Europea y $60 millones de fondos propios de la autónoma. Al final se adjudicó con $7.3 millones de diferencia .
Otro de los contratos que otorgó CEL fue a Intertechne, una empresa brasileña especializada en diseño de obras civiles y que tiene presencia en varios países. Fue en 2006 que empezó esta relación contractual cuando, en la administración del expresidente de la autónoma, Nicolás Salume, la firma ganó la licitación del diseño básico de El Chaparral a un monto de $4.8 millones.
Con este estudio la empresa italiana Astaldi SpA ejecutó un 29.29% de la obra, según los informes de supervisión del consorcio Euroestudios-Ingetec. Luego en 2012 la CEL, presidida por Leopoldo Samour, pagó $28.7 en concepto de sobreprecio para evitar un arbitraje internacional, un argumento que externó en reiteradas ocasiones Funes.
Así, para continuar El Chaparral, CEL realizó un proceso de contratación directa del rediseño en mayo de 2013 porque se debía de corregir los problemas de contrato en el margen derecho de la montaña donde se asentaría el dique de la presa.
El resultado fue una segunda adjudicación a Intertechne a un monto de $5.7 millones, a pesar de que la oferta económica de las empresas Fichtner, de capital alemán, y Acciona Ingeniería, de España, eran de $3.5 millones y $3.9 millones, respectivamente.
En este proceso incluso el director Ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Guillermo Funes Cartagena, hermano del expresidente Funes, emitió una ‘no objeción’ sobre la continuación del proyecto y otros desembolsos.
“Nos recomendaron que contratáramos a la mejor compañía, la que más conociera del caso. No fue una decisión mía, fue de junta directiva (de CEL)”, argumentó Samour en 2013. Hoy ese rediseño está descartado por la institución y se desconocen los detalles al respecto.
Pero el nombre de Intertechne también aparece traspapelado en las actas de CEL en un proyecto que nunca se ejecutó: El Cimarrón, por el cual se adjudicó el contrato 4241-S en julio de 2009 para que Intertechne, en asocio con la española Geoconsult, realizara el diseño detallado.
Por este trabajo la Comisión pagó $2 millones 571 mil 939, aunque luego de diversos inconvenientes Funes y Salume decidieron postergar el proyecto a una fecha indefinida, sobre todo por los problemas ambientales en el lugar y el alto costo de la presa: $1,100 millones. También se ignoran los resultados de este estudio.
A la fecha el único proyecto donde sí participa Intertechne es la supervisión de la expansión de la 5 de Noviembre, donde la CEL paga $9 millones 222 mil 560, cuando incluso se tuvo que convocar a un segundo proceso de licitación pública debido a que la empresa brasileña no tenía competencia, algo que exige la Ley de Adquisiciones y Contrataciones (LACAP).
La junta directiva de CEL discutió aprobar cuatro semanas más, pero finalmente decidieron quedarse con los plazos originales, indican actas de la institución consultadas por este periódico.
También cambiaron los requisitos para escoger a la compañía. En un principio pidieron garantía y experiencia en la supervisión de tres presas de 80 Megavatios (MW), pero después se consideraron suficiente con dos.
Hay que subrayar que el Instituto Nacional de Electrificación (INDE) de Guatemala finalizó hace varias semanas el contrato por $5.3 millones con Intertechne para diseñar la central hidroeléctrica Xalalá porque “no llenó las expectativas”, un hecho que está relacionado con el desarrollo de una investigación que desencadenó en la dimisión del ministro de Energía y Minas, Érick Archila, quien también presidía la INDE.
Es importante enfatizar que Queiroz Galvao, en febrero de 2010, mostró interés en construir El Cimarrón, ya que en la comitiva que acompañó al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, estaba un ejecutivo de la compañía: Luiz Cherulli.
“Venimos en esta misión del presidente Lula a El Salvador para ver las inversiones y principalmente las presas generadoras de electricidad, nosotros hemos identificado acá el proyecto de El Cimarrón”, dijo Cherulli a El Diario de Hoy en ese entonces.
La Fiscalía mantiene la investigación sobre la expansión de la 5 de Noviembre y El Chaparral. Este último proyecto ya fue liberado.