El Embajador de Japón, Masataka Tarahara, presidió ayer la inauguración de la ampliación y mejoramiento del área de medicina física y rehabilitación del Hospital Nacional Nuestra Señora de Fátima, de Cojutepeque.
En dicho centro de atención médica, el espacio donde venía funcionando la rehabilitación era demasiado pequeño para atender a los pacientes que necesitan terapias físicas para su recuperación, por lo que la representación diplomática del país asiático decidió aportar fondos para el proyecto.
Lo reducido del área y la incomodidad, tanto para el paciente como para los terapistas, eran evidentes y limitaban el desarrollo de sus actividades diarias.
Identificadas las diferentes necesidades del hospital, la Embajada del Japón, bajo el programa de Asistencia Financiera No-Reembolsable para Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana (APCS), colaboró en la construcción de un módulo de medicina física y de rehabilitación, obras exteriores que incluyen construcción de muro, pisos y engramado; instalaciones eléctricas e hidráulicas.
La inversión en las obras ascendió a $304,298.85, de los cuales la cooperación japonesa donó $211,721; el Hospital aportó $75,577.85 y el Ministerio de Salud $17,000.
Con este proyecto 200 mil habitantes de Cuscatlán y otros 15 mil de departamentos vecinos contarán con mejores instalaciones para recibir a los pacientes y brindarles una atención de calidad, expresó el embajador japonés en El Salvador, Masataka Tarahara.
A través de este proyecto, Japón y el Ministerio de Salud contribuyen a mejorar la calidad de vida de los habitantes del municipio. Al mismo tiempo que se fortalecen los lazos de amistad entre ambas naciones y se colabora con estos proyectos para el desarrollo próspero de todos los salvadoreños, agregó.