Sondeo revela pocos pacientes con VIH siguen tratamientos

La falta de apoyo familiar, la depresión, el uso de drogas y alcohol son parte de los factores que influyen para que las personas con VIH no se tomen los fármacos, de acuerdo a las indicaciones de los médicos. El 63 por ciento retiró los medicamentos con 26 y más de 100 días de atraso.

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Urge reforzar los procesos de atención a víctimas de violaciones para evitar infecciones por VIH.  foto edh / archivo

Por Yamileth Cáceres servicios@eldiariodehoy.com

2015-05-24 7:00:00

El 42 % de las personas con VIH que reciben tratamiento en la red de hospitales públicos del país es adherente a la terapia antirretroviral (TAR), de acuerdo con un estudio elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La adherencia es definida como “el grado en que el comportamiento de una persona se ajusta a tomar los medicamentos, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios del modo de vida, que se correspondan con las recomendaciones acordadas con un profesional de la salud”.

Los datos arrojados tras entrevistar a 370 personas, analizar los registros de dispensación de medicamento en las farmacias y otros indicadores son considerados como un nivel bajo.

Eso significa que el problema de la falta de adherencia o suspensión de la TAR es que el virus tiene la oportunidad de replicarse de forma más rápida, lo que representa un riesgo para que los infectados adquieran una enfermedad oportunista.

Además de que se crea resistentes a la terapia y haya necesidad de cambiarlos de tratamiento, pueden pasar a una segunda o tercer línea, eso significa un incremento en el costo para el Gobierno.

“Es importante recordar que se puede tener acceso a la TAR, pero si no se logra un cumplimiento y adherencias adecuadas, la eficacia de estos no se cumplirá y, por otro lado, se generará resistencia a la medicación, afectando el consiguiente control del VIH”, advierten los investigadores.

Agregan que “la resistencia a la medicación antirretroviral tiene implicaciones humanas y financieras, el costo promedio anual de un esquema de TAR de segunda línea puede alcanzar hasta ocho veces el costo de un esquema de primera línea”.

El 23.8 % de los entrevistados reconoció que ha dejado de tomar sus fármacos en alguna ocasión, pese a que el 80 % mencionó tener confianza en el tratamiento antirretroviral y no tener temor a tomárselo.

Del total de participantes en la investigación, únicamente el 42 % retiró sus medicamentos en el día indicado, el 46 % se tardó más de 26 días y el 17% se tardó más de 100 días.

Según el estudio, el 72.2 por ciento de los entrevistados expresó verbalmente que se toman los antirretrovirales y no han dejado de ingerirlos, pero el reporte de farmacia evidencia que el 57.8 por ciento no son adherentes.

En los últimos 12 meses, previo al estudio, solo el 42 por ciento de los entrevistados retiró a tiempo el medicamento y el porcentaje de personas que se tardaron entre 26 y 330 días suman 36 por ciento.

Por ende, “se concluye que el porcentaje de adherencia para las personas entrevistadas es del 42 por ciento”, se plasmó en el informe de medición publicado a finales de 2013.

Un año después, en otra evaluación elaborada por el Ministerio de Salud (Minsal) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se concluye que el porcentaje de adherencia global en El Salvador según carga viral <20 copias/ml es de un 47 por ciento, mientras que según carga viral <1000 copias m/l es de 71 por ciento.

Factores en contra

Proceder de la zona rural, falta de apoyo de la familia, la depresión, el uso de alcohol y drogas, influyen en el decremento de la adherencia a la TAR.

Según la investigación del PNUD, las personas residentes en el área rural tienen más bajos niveles de adherencia, que no son adherentes el 25 por ciento de los solteros , el 11 por ciento de los casados, el 10.8 de los acompañados, el 4.6 de los separados, el 1.4 por ciento de los divorciados y el 4.9 por ciento de los viudos.

El 14.9 por ciento de los entrevistados manifestó recibir amor y cariño de su familia y amigos, el 84 por ciento dijo que fue abandonado por su familia al enterarse de que tenía VIH, y solo el 29 por ciento le contó a su familia que había sido diagnosticado con la infección.

Se detalla que más de la mitad de los participantes tuvieron síntomas de ansiedad; mientras que el 18.6 por ciento de los que presentaron problemas de depresión dejaron de tomarse los productos en alguna ocasión.

Del total de personas que no retiró los medicamentos de las farmacias en el tiempo indicado, el 32 por ciento tuvo síntomas depresivos; y el 20 por ciento reportó haber ingerido alcohol o drogas en los últimos seis meses.

“El uso de drogas, particularmente el alcohol, podría contribuir a la reducción de los niveles de adherencia”, se lee en el documento.

Al momento, en el sistema público hay 7,688 personas con VIH en terapia.