A casi dos años de que el VMT y las empresas Subes y Sipago arrancaron con el cobro electrónico del pasaje en Santa Tecla, Ciudad Merliot, La Libertad y en la zona sur y norponiente de San Salvador, el proyecto parece haber quedado en el olvido.
Mientras en el Sitramss, la empresa Subes reporta que más de 335 mil personas han adquirido la tarjeta, y que 15,251 usuarios pagaron con el plástico durante el primer día de cobro de la tarifa autorizada, al poniente de San Salvador es muy raro ver que alguien use el plástico.
La sociedad Sistema Único de Boletos Electrónicos (Subes) fue contratada por Sipago para instalar el sistema de cobro electrónico en los buses articulados y padrón, que circulan por los 6.4 kilómetros de carriles exclusivos del Sitramss.
En la zona sur y norponiente de San Salvador es común ver a los usuarios de los buses y microbuses sacar de su bolsillo unas monedas para cancelar el costo del pasaje.
Verónica Rodríguez, usuaria de la ruta A, que hace su recorrido desde la colonia 10 de Octubre hasta el centro de San Salvador, ya no porta la tarjeta Subes porque no la utiliza y porque prefiere pagar el pasaje con monedas. Ella, como otros usuarios, asegura que el tema del cobro electrónico “quedó en el olvido”.
Juan Pablo Álvarez, presidente de Rutas Unidas Salvadoreñas, se ha opuesto al sistema de cobro electrónico “porque no está bien ejecutado”. Según él, la empresa Subes solo instaló una “caja amarilla” y un “dizque” botón de pánico que no ha funcionado. “No sirve”, dijo al ser entrevistado vía teléfono.
El presidente de la Asociación Cooperativa de Transportes de El Salvador (Acostes), Catalino Miranda, confirmó el viernes la renuencia de los usuarios al pago electrónico del pasaje.
Miranda argumentó: “La población ve más atractivo que el motorista o el cobrador le cobre. A veces solo llevan la ‘cora’ o los treinta y cinco (centavos), depende del destino que lleven”.
El también director propietario de la junta directiva de la empresa Sistema Integrado Prepago (Sipago) aseveró que el proyecto de la tarjeta prepago debe discutirse “a profundidad”. El tema deber ser abordado, en su opinión tanto por los empresarios de transporte como por la empresa “encargada” de operar el sistema.
“Hoy está opaco, en las rutas aledañas del recorrido están a cero. La gente no lo utiliza (el pago electrónico)”, indicó.
Miranda opina que los usuarios deben elegir cómo pagar el pasaje, ya sea con la tarjeta o en efectivo.
“A mí me preocupa el 40 % de la población más pobre, que tal vez no alcance para una tarjeta. En todos los países del mundo se paga de dos maneras, en efectivo y con tarjeta”, expresó. El transportista agregó que la duplicidad de pago debería considerarse también para el Sitramss.
Actualmente, en el sistema de “transporte masivo” solo puede pagarse con la tarjeta de Subes. Buseros de gremiales como Aeas, Acopatt y Rutas Unidas Salvadoreñas, que se han pronunciado en contra del proceso de ejecución del sistema, han externado que el usuario tiene el derecho de pagar el pasaje como más le convenga.
Otro de los altibajos que todavía enfrenta el proyecto en la zona es el deterioro de los aparatos instalados. En este caso, según Miranda, quienes los deterioran son los mismos usuarios que se apoyan en el tubo que los sostiene. El Diario de Hoy ha constatado que esto ocurre porque los microbuses, por ejemplo, son sobrecargados con pasajeros. Para ellos, el lector de tarjetas y el tubo que los sostiene se convierte en un obstáculo a librar mientras el cobrador vocifera: “¡En medio hay espacio, no se queden en la puerta!”.
“Cuando se ponen en hierro ‘dulce’ (frágil) cualquier ciudadano se agarra y lo quiebra. Debe ser un material fuerte donde deben ir los validadores para que estos no se dañen”, comentó.
Hasta la fecha, se desconoce cuántos lectores de tarjeta ha instalado Subes, cuántos de estos funcionan al 100 % y cuántas tarjetas han comercializado en la zona donde se estrenó el cobro electrónico.
Según el mapa interactivo que aparece en la página web de Subes, tienen 190 puntos de venta distribuidos en Santa Tecla, Ciudad Merliot, San Marcos, Panchimalco, Los Planes de Renderos, Lourdes (Colón) y otros lugares del AMSS.
Tarjeta Pago Bus aún sin entrar al negocio
Mientras la tarjeta Subes no logra despegar, los buseros agremiados en Rutas Unidas Salvadoreñas, en su mayoría de la zona de Soyapango, Ilopango y San Martín, no quitan el dedo del renglón para echar a andar su proyecto Pago Bus.
La sociedad, que aglutina a cerca de 35 rutas de transporte del sector de Soyapango e Ilopango, busca meterse al negocio de la prepago, pero aseguran que le darán un “plus”.
“El plástico (prepago) debe hacerse viable, cuando es utilizada para pagar otras cosas (servicios); qué puedo pagar: bus, taxi, supermercados, comprar en centros comerciales, es como un monedero. Esa es la verdadera intención nuestra”, explicó Álvarez.
El 20 de abril, estos transportistas solicitaron nuevamente al VMT los requisitos técnicos para implementar su proyecto.
“Una vez ellos (VMT) nos provean eso, nosotros les entregaríamos el proyecto para que lo sometan a revisión técnica, que cumpla con los estándares que ellos quieren y que nos den el visto bueno. Creemos que cuando presentemos el proyecto para el sector transporte, y pidamos que nos lo autoricen, creemos que en esa etapa nos van a decir que no. Pero estamos evaluando que, si nos dicen que no, lo vamos a meter (echar a andar) de todas formas, porque es privado”, advirtió.
Actualmente, solo la empresa Subes tiene el “visto bueno” del VMT para ofrecer el servicio de cobro electrónico. El proyecto de los buseros de Soyapango e Ilopango ha sido rechazado en otras ocasiones por el VMT, porque “no reúne los requisitos técnicos requeridos”.
Álvarez dijo que la propuesta fue enviada por cerca de 35 rutas, que están aglutinadas en Rutas Unidas Salvadoreñas, y que no cuentan con el equipo de cobro electrónico que tiene Sipago. Añadió que Rutas Unidas Salvadoreñas buscó la asesoría de Trade Internacional debido a la experiencia que tienen con tarjetas electrónicas.