SANTA ANA. Con dos meses de embarazo y la alegría de poder mejorar la economía y la alimentación en el hogar, Wendy Yanira García de Calderón, de 33 años, es una de las alumnas de la Escuela de Capacitación Agrícola (ECA) de Ciudad Mujer Santa Ana.
Aunque solo tiene dos meses de estar recibiendo capacitaciones sobre cómo cultivar hortalizas, habla con total propiedad de lo que podrá sembrar en su casa y que ya no tendrá que ir al mercado a comprar.
“Yo compraba tomates, cebollas, chile, apio; pero vamos a aprender a cultivar… requiere un poquito de trabajo, pero ya no lo vamos a comprar y sabemos que es natural lo que vamos a consumir”, resume la señora originaria del caserío Los Horcones, del cantón El Tigre, en Ahuachapán.
Ella, junto a 13 mujeres del mismo cantón, llega cada viernes a la sede de Santa Ana, una de los seis proyectos distribuidos en diferentes puntos del país. Los otros funcionan en Colón, La Libertad; Usulután; San Martín, San Salvador; San Miguel, y Morazán.
La secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato, explicó que el objetivo de la ECA es enseñarle a las mujeres nuevas técnicas de agricultura familiar para que puedan cultivar diferentes productos para el consumo de su familia, y para vender.
“Cada mujer que aprende en la escuela agrícola está obligada a enseñarle a seis mujeres más todo lo que aprendió; nosotros promovemos el cooperativismo y la asociatividad”, dijo Pignato.
Sin embargo, aclaró que también ofrecen otros servicios tales como salud sexual y reproductiva, atención integral a la violencia de género, empoderamiento económico y la promoción de derechos.
Además, existe un módulo de atención infantil para que los hijos de las usuarias sean atendidos mientras sus madres reciben los diferentes servicios, todos de manera gratuita.
Y es que la apuesta de Ciudad Mujer es ofrecer un servicio integral a las mujeres en sus diferentes facetas para que pueda insertarse a la vida productiva del país de una manera digna.
Más detalles
El éxito de Ciudad Mujer radica en la atención integral que se le brinda a la mujer salvadoreña, ya que dentro de cada sede hay 14 instituciones del Estado que prestan diferentes servicios especializados para las mujeres.
Uno de los módulos que más demanda tiene es el de salud sexual reproductiva, reconoció Pignato; pero aclaró que no se trata de un hospital, sino de una atención preventiva. “Cualquier mujer puede entrar aquí. Atendemos mujeres de Guatemala (en Santa Ana), y en San Miguel atendemos mujeres de Nicaragua, no importa de dónde vengan”, explicó Pignato.
En esta área las mujeres reciben diversos servicios como odontología para mujeres embarazadas, atención en medicina interna, nutricional, ginecología y obstetricia, prevención y detección temprana del cáncer cérvico-uterino y de mamas.
Ciudad Mujer también ofrece servicios de radiología, ultrasonografía, laboratorio clínico y entrega gratuita de medicamentos; y las mujeres embarazadas que residen en la zona de acción del proyecto también tienen acceso a servicio de transporte gratuito para sus controles de embarazo.
Por el contrario, el más difícil, por su complejidad, es el módulo de atención integral a la violencia de género. La causa: la resistencia de las mujeres a denunciar.
“Las mujeres en El Salvador no creen en el sistema judicial. Yo soy una que no cree en el sistema judicial, entonces, la mujer víctima de violencia llega a Ciudad Mujer y tiene temor. Entonces, nosotros tratamos de convencerla de que vale la pena luchar”, explicó.
En este “vía crucis”, dice Pignato, las mujeres víctimas van acompañadas de una funcionaria de Ciudad Mujer. El objetivo es que se sienta acompañada, que no está sola mientras recibe la atención de las instituciones como la Fiscalía General de la República, la Policía Nacional Civil y Medicina Legal, entre otras.
A parte del acompañamiento legal y la atención en crisis, la mujer también recibe terapia psicológica y puede adherirse a grupos de apoyo y autocuido.
Un buen número de mujeres que recibe atención en estos dos módulos también visita la unidad de autonomía económica, con el fin de aprender diferentes oficios o de recibir orientación para mejorar sus negocios. (Ver nota aparte).