El ejemplo del Seguro de Salud de Taiwan

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Por Por Rodolfo Chang Peña*

2015-05-28 5:00:00

No hace mucho el ISSS anunció la necesidad de revisar y actualizar las cuantías de las cotizaciones, en efecto éstas que son su principal fuente de ingresos, han permanecido estáticas en el último medio siglo, a pesar de que el entorno social, económico y sanitario ha cambado significativamente. Los costos de operación, equipos médicos, materiales, medicinas e insumos en general se han disparado hacia arriba en forma dramática.

Para dar el gran paso hacia adelante y ponerse a la altura de las circunstancias del Siglo XXI el ISSS necesita actualizar su estancado marco jurídico y modernizar a fondo su estructura, funcionamiento y modelo asistencial que se han quedado en el pasado. Esta situación no es privativa para el ISSS, se repite en casi todos los seguros sociales de Latinoamérica y no pocos están pasando la tormenta de la lipidia flexibilizando su quehacer, replanteando su recaudación, reduciendo prestaciones e implementando medidas que nunca antes se imaginaron.

Un ejemplo digno de tomarse en cuenta es cómo el Sistema Nacional del Seguro de Salud de Taiwan logró zanjar la difícil situación financiera de sus primeros años causada por la avalancha de prestaciones demandadas por los usuarios, los altos costos de operación y los crecientes costos de los servicios médicos. Con la voluntad política del caso y la mentalidad de buscar soluciones de fondo el gobierno central procedió a realizar reformas fiscales, estructurales y de modernización de la gestión del sistema.

Dos fueron las reformas que más impactaron en el mejoramiento del sistema taiwanés de salud, en primer lugar su fortalecimiento financiero y en ese sentido fue clave la recaudación de una prima complementaria del 2% sobre la rentabilidad del capital y los ingresos no procedentes del trabajo. En segundo lugar, la incorporación de las últimas tecnologías informáticas que dinamizaron la gestión, disminuyeron los tiempos de los procesos y se elevó la eficiencia, se redujo la burocracia y disminuyeron considerablemente los costos de la administración.

Se implantó la “tarjeta de circuito cerrado” que permite a cualquier proveedor de servicios médicos (el sistema no tiene hospitales ni clínicas propias) conocer en forma rápida el historial médico del paciente (expediente clínico virtual). Se introdujo la “PharmaCloud”, base de datos en la nube de registros farmacéuticos de cada asegurado, que redujo la polifarmacia (ardid de algunos para obtener medicinas simultáneamente de varios centros de atención) y los excesos en la prescripción. Otra innovación fue la introducción del concepto “Mi banco de salud”, base de datos que permite al usuario conocer de sus consultas, prescripciones, medicinas en uso, ingresos, etc., que ha recibido en el último año con la idea de que sean más conscientes en el uso de sus derechos.

Al presente el Seguro de Salud taiwanés más conocido por NHI (National Health Insurance) está catalogado entre los mejores en el mundo desde la óptica servicios completos, oportunos y de buena calidad en relación con la cuantía del desembolso de los derechohabientes.

Naturalmente no se ven filas de gente esperando, amontonamientos, reclamos por maltratos y postergaciones, kilométricas esperas y fatídicas suspensiones a causa de actividades sindicales. Cubre el 99% de la población, alrededor de 24 millones de personas y aquellos de muy bajos recursos o que no pueden pagar son subvencionados por el gobierno. Participa el 93% de la totalidad de proveedores de servicios médicos y como es de esperar el nivel de satisfacción de los usuarios supera el 80%, según últimas encuentas.

*Dr. en Medicina. Colaborador de El Diario de Hoy.