La cultura milenaria nipona invadirá El Salvador. Su primer objetivo será el Polideportivo de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), justo a las 11:00 de la mañana del 30 de mayo.
Luego se trasladarán al Teatro Presidente a las 6:30 de la tarde. Su misión es simple: enamorar a los salvadoreños con la pieza artística y sagrada llamada “Iwami Kagura”, a cargo del grupo Masuda. La entrada es gratuita.
La actividad se realizará bajo el marco del 80o. aniversario de las relaciones entre Japón y El Salvador, como una muestra de amistad.
“En Japón, existen muchas artes tradicionales relacionadas con el espectáculo y nos gustaría introducir el kagura (una danza teatral sintoísta y musical), cuya finalidad es agradecerle a Dios por la nueva cosecha de cada año”, explicó Tadamitsu Mihara, jefe de delegación y presidente del grupo.
Sintoísmo o Shintoísmo es el nombre de una religión nativa en Japón. La danza teatral sintoísta tiene su origen en la región occidental de Shimane y se caracteriza por ser dinámica, gracias a sus ritmos acelerados y trajes exuberantes (bordados con hilo de plata y oro).
Actualmente, esta ceremonia se realiza en los templos de sintoísmo y en festivales especiales.
En las representaciones de “Iwami Kagura” aparecen divinidades majestuosas, serpientes gigantes, ogros malvados, espíritus-zorros, ágiles y jóvenes guerreros, un matrimonio de ancianos y su hija consumidos por el dolor.
La puesta en escena dispone de un elenco de nueve personas en danza y cuatro para música tocando tambores grandes y pequeños, el Tebyoshi (un címbalo de mano) y una flauta japonesa.
Esta pieza sagrada se ha presentado en EE. UU., Alemania, Turquía, Taiwán, Italia, Arabia Saudita y otros países.