Nuevos atrasos en fronteras con Guatemala por atención de pocos agentes aduaneros

Transportistas denuncian que durante partidos de fútbol solo una ventanilla atiende

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Los problemas se han hecho frecuentes y las colas se extienden más de dos kilómetros en ocasiones. Foto EDH/ Jorge Reyes

Por Rodolfo Ortiz negocios@eldiariodehoy.com

2015-05-14 8:00:00

Las largas colas en las fronteras, ocupando en ocasiones hasta dos carriles, se están acumulando nuevamente debido a varios problemas. Aunque la situación es común, varios transportistas han expresado que se ha hecho más grave en el último mes. Acusan del problema a la ineficiencia del personal de aduanas, burocracia, corrupción y falta de parqueos adecuados para los furgones.

El Diario de Hoy pudo comprobar que las colas en la frontera de Anguiatú alcanzan un kilómetro en territorio salvadoreño, pero del lado guatemalteco llega a dos kilómetros. Ante la presencia del equipo periodístico varios transportistas se acercaron a expresar su malestar porque en un mes, la espera para cruzar ha pasado de dos horas a más de 12 horas.

Algunos conductores incluso mencionaron tardanzas de hasta 24 horas. Durante el recorrido, realizado el miércoles el motorista Fredy Méndez, dijo que “alguien que llegue a la cola hoy a mediodía va a cruzar hasta mañana (jueves)”.

Los problemas señalados por los transportistas se pueden resumir en tres: poco personal de aduanas en las ventanillas de digitación, parqueos insuficientes para realizar la espera de trámites y corrupción de algunos empleados que aceptan dinero para favorecer a algunos conductores.

Ulises López, transportista que ya llevaba seis horas esperando en el lado salvadoreño, resumió que el principal problema es el personal insuficiente.

“Solo ponen uno y cuando ponen tres se agiliza más. Pero si usted puede ver, ahí solo uno hay trabajando a ambos lados”, explicó.

López se refería al personal de aduanas que revisa y digita los trámites aduanales para el transporte de carga. Hay tres agentes aduaneros asignados para atender el flujo que viene de El Salvador y Guatemala.

“Lo más esencial es que todo el tiempo, en la noche, solo se queda un agente de aduana dando selectivo y solo en las tardes venimos 100 camiones”, dijo Fredy Méndez, coincidiendo con la opinión del otro transportista.

Antes de llevar su camión al chequeo de rayos X, Méndez explicó que llegó a la cola en Guatemala a las 9 de la noche del martes y logró entrar a la aduana a las 11 de la mañana del miércoles.

Además los afectados se quejaron de que la reducción del personal que atiende es arbitraria y no solo obedece a cuestiones de turnos u horas de almuerzo. La denuncia más frecuente, a ambos lados de la frontera, fue que la mayoría de empleados de aduana se retira cuando hay partidos de fútbol.

Durante el recorrido de El Diario de Hoy se jugaba la semifinal de la Liga de Campeones de Europa y se pudo constatar que había una sola persona atendiendo las ventanillas.

“Si usted llega a una hora estratégica donde los oficiales de aduana, va a encontrar solo uno. ¿Por qué? Cuando juega el Real Madrid y el Barcelona ‘se fue el sistema’ dicen y ahí quedamos”, explicó José Pérez, luego de incorporar su camión a la cola en el lado de Guatemala.

Los transportistas que esperaban ingresar a El Salvador dijeron que no pueden pasar mientras la aduana salvadoreña no agilice todos los trámites que debe hacer.

César Ardón, que esperaba en Guatemala, se quejó de que el personal de aduanas se limita a cumplir su horario, sin buscar reducir las largas colas que dejan.

Corrupción e infraestructura

Si el mismo personal atiende a ambos países ¿por qué la cola es más larga en Guatemala? Los transportistas coincidieron en que la aduana de El Salvador carece de un espacio adecuado para estacionar y que el flujo a ambos lados se altera por la corrupción.

Para pasar por el escáner de rayos X, un trámite que solo se hace en El Salvador, los camiones deben estacionarse en parqueos privados en Guatemala mientras esperan. Esto aumenta los gastos de los transportistas y hace más lento el cruce en la frontera.

No pueden estacionarse en El Salvador porque no hay suficiente espacio. Hacerlo en la carretera es casi imposible ya que es una elevada pendiente que los obligaría a hacer una peligrosa maniobra en retroceso para ingresar al escáner o pasar al área de fumigación.

Durante la visita a la frontera se verificó además que la mayoría de camiones en espera tenían placas salvadoreñas y transportaban productos no perecederos. Los motoristas explicaron que furgones con verduras u otros productos perecederos a veces reciben trato preferencial.

Sin embargo, añadieron que no se debe a la eficiencia de las aduanas. Algunos empleados de bajo rango, como los vigilantes, acuerdan dar prioridad a los conductores a cambio de $20.

“Las autoridades se prestan para ir a traer equipo pero tiene que ser pagado. A todos nos incomoda porque todos llevamos un orden. Si uno le da $20 lo van a traer a la cola”, comentó el transportista Ulises López.

Otros conductores apoyaron y ampliaron esta denuncia. El motorista Julián García explicó que en algunas fronteras de Guatemala se detiene el tránsito de contenedores para dar vía libre al paso de camiones con verduras. Un acuerdo que los conductores han hecho con agentes de seguridad.

Aunque ningún transportista mencionó si este tipo de acciones suceden en El Salvador, mencionaron que el pago de sobornos para cruzar más rápido es común a ambos lados de las fronteras.

“El problema es que quizá la administración no está viniendo a verificar la cola de carga… Hacienda debería poner a alguien supervisando periódicamente para que vean la situación”, dijo César Ardón.

“¿Qué podemos hacer? Me gustaría que viniera un supervisor y viera la ineficiencia de los oficiales de aduana”, concluyó José Pérez.

Mientras las mejoras en infraestructura y la agilización de trámites llega, los transportistas se quejaron de que ellos deben sufrir las duras condiciones de la espera. Dentro de los kilómetros de cola deben pasar hasta un día sin agua para el aseo personal, baños o comida en los alrededores.

Reparaciones en El Poy

El paso fronterizo de El Poy, que conecta a El Salvador y Honduras, opera desde este lunes con solo uno de sus carriles debido a tareas de reparación que realiza el Fovial.

Esto ha generado algunos retrasos pues el paso se habilita de forma alterna en un único carril para el ingreso y salida de nuestro territorio durante las horas de mayor demanda.

Dos cuadrillas de 15 empleados cada una trabajan para reparar los baches de la dañada carretera. Hasta el miércoles habían reparado cerca de 250 metros de superficie, pero aún había buena parte del trayecto hasta el lado hondureño de la frontera.

Transportistas que hacían fila señalaron que el escáner de rayos X funciona con normalidad y el mayor atraso de momento se da por las reparaciones. La cuadrilla trabaja solo durante el día, que es cuando la frontera abre su paso.

Además señalaron que el ingreso desde Honduras es el más dañado y por ser más angosto es el que más les complica el tránsito.

En horas de la mañana la cola de espera se extendía por medio kilómetro. Los transportistas señalaron que estaban esperando cerca de una hora adicional a lo acostumbrado.