Luego de criticarlos, acatan recomendaciones de organismos internacionales

El Salvador enfrenta bajo crecimiento económico, poca inversión y baja productividad, afirman las instituciones multilaterales

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El pago del impuesto sobre la renta ha complicado de alguna manera las operaciones de las empresas. FOTO EDH /ARCHIVO El gobierno aún no revela la decisión que tomarán con el tema de la deuda de pensiones.

Por Patricia García negocios@eldiariodehoy.com

2015-05-15 8:00:00

Luego de años de que el Fmln criticara que se tomaran créditos millonarios de los organismos multilaterales, y se oponía a acatar las recomendaciones en materia económica y fiscal realizado por dichas organizaciones; ahora diversos funcionarios del gobierno efemelenista han decidido acatar las recomendaciones emanadas de las mismas para lograr sostenibilidad fiscal.

El secretario Técnico de la Presidencia, Roberto Lorenzana, declaró ayer que el gobierno está trabajando en la ruta recomendada por los organismos internacionales que lleva a trabajar por la sostenibilidad fiscal, y que además se refleja en la legislación en materia de responsabilidad fiscal. “El Salvador se encuentra en ruta de corrección de desequilibrios fiscales y además este año habrá un ahorro de 200 millones de dólares en el gasto público”, dijo Lorenzana.

Con todas las críticas que ha recibido el gobierno por el nivel de endeudamiento que continúa adquiriendo, y el uso que se les da a estos fondos, hoy, los representantes del gobierno se limitan a decir que se está trabajando en la ley de responsabilidad fiscal, aunque esta aún continúa sin encontrar consenso dentro del seno legislativo.

El vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Santiago Levy, dijo que para garantizar sostenibilidad en las finanzas públicas, es necesario —además de una ley de responsabilidad fiscal—, de modo que en el mediano plazo el país pueda servir sus deudas. “Nosotros hemos sido muy claros en que se implementen programas de consolidación fiscal de mediano plazo, con esto se garantiza que la deuda vaya estabilizándose, deje de crecer y comience a disminuir a niveles inferiores al 50 %, para alejarlos de una zona de riesgo y de impago”, agregó el representante del BID.

Mientras se continúa esperando por una verdadera acatación de las recomendaciones de los organismos internacionales, la deuda del país ya supera los $15,000 millones hasta el mes pasado y se está en busca de nuevo financiamiento.

Además El Salvador continúa esperando por una reforma al sistema de pensiones que el gobierno maneja con sigilo, al barajar entre las opciones volver al sistema público lo que supondría adquirir los fondos que los trabajadores ya tienen acumulados desde el año 1998, cuando se hizo la reforma.

Varios funcionarios de gobierno, han señalado que no se cuenta con dinero para pagar las pensiones de los jubilados en el antiguo Sistema Público de Pensiones (SPP) y que la mitad del déficit del Estado se debe a esta deuda.

Roberto Lorenzana declaró ayer que este tema aún se encuentra en discusión. “Creemos que este año, será el año de la reforma previsional”, se limitó a decir. Se calcula que los compromisos de pensiones en el sistema antiguo o de reparto alcanzan una suma de $20 mil millones, cifra que tendría que pagar el gobierno en los próximos 50 años.

Continúa el bajo crecimiento económico

Otro de los principales retos que continúa enfrentando El Salvador en materia económica, es la poca inversión y el bajo crecimiento de la productividad, de acuerdo con el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, Jorge Familiar.

Desde mediados de la década de 1990, el crecimiento económico de El Salvador se ha situado por debajo de muchos otros países en condiciones similares. “Esto se debe a que la inversión se sitúa alrededor del 15 % del Producto Interno Bruto y que es, en términos relativos una de las mas bajas del mundo. Además, tenemos el bajo crecimiento de la productividad”, apuntó.

Para el representante del Banco Mundial, detrás de la trampa de bajo crecimiento que experimenta el país, hay un circulo vicioso que se ve influenciado de manera significativa por las remesas.

Las remesas afectan directamente la productividad porque son utilizadas principalmente en consumo y el bajo crecimiento limita las oportunidades, indicó.

El Salvador continúa experimentando un crecimiento menor al 2 % del PIB, uno de los más bajos a nivel regional.

Otro obstáculo para la economía, es el sector informal, según lo refirió el vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo. “La informalidad es el enemigo número uno del crecimiento, 70 % de la fuerza laboral es de ese mercado”, afirmó Levy.

Durante la inauguración del foro “Crear oportunidades para el empleo, la inversión y el crecimiento”, los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM), expusieron los principales retos que enfrenta el país, las políticas que se necesitan para dinamizar el crecimiento económico y lograr reducir la deuda.