Superando los retos de la igualdad de género

Reto clave: conciliar rol de mujer con superación profesional

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Marisol Barillas lidera el Foro Económico Mundial para América Latina. Foto EDH / cortesía

Por Marlon Manzano negocios@eldiariodehoy.com

2015-05-29 8:00:00

El pasado 13 de mayo se llevó a cabo el IV Crece Mujer, principal evento de empoderamiento económico y social de las mujeres en el país.

Uno de lo mensajes de la presidenta de la Fundación organizadora, Voces Vitales, Alexandra de Sola, fue una invitación a que las mujeres deben asumir espacios de liderazgo dentro de sus empresas y a nivel político, e invitó a todos los empresarios presentes a generar esos espacios de empoderamiento para la mujer salvadoreña.

Al hablar de igualdad de género no se puede obviar roles y habilidades inherentes al género de cada persona, la distribución de estos roles dentro del trabajo, familia, pareja y sociedad, determina la facilidad o dificultad con que las personas pueden superarse.

El principal reto para muchas mujeres es buscar un equilibrio entre los diferentes roles que desempeña: madre, profesional, ejecutiva, empresaria, emprendedora y más.

La salvadoreña Marisol Argueta de Barillas, directora del Foro Económico Mundial para América Latina (A.L.) brindó una entrevista a EDH previo al evento culmen del Foro Económico que ella preside en al región y que reunió, del 6 al 8 de mayo, a los principales jefes de estado, empresarios, académicos y representantes de sociedad civil de A.L.

Ejemplo de superación para otras salvadoreñas

Marisol de Barillas es una alta ejecutiva en el mundo de los organismos internacionales, tiene 20 años de experiencia diplomática y ha tenido la oportunidad de estudiar en las universidades más prestigiosas del mundo como Oxford, Harvard, Columbia, New York University y el Wharton Business School de la Universidad de Pensilvania.

La pared que está detrás de Marisol Barillas sostiene todos estos títulos, y es fiel testiga de otros reconocimientos recibidos por Marisol a lo largo de su larga trayectoria profesional.

La ejecutiva salvadoreña tiene cinco años de formar parte del Foro Económico Mundial con sede en Suiza, desde ese entonces ocupa el puesto de directora para la región de América Latina, trabajo que desempeña, en gran parte de su tiempo, desde su otra oficina en Nueva York.

Toda su familia reside acá en El Salvador, razón por la cual su vida transcurre viajando entre América Latina, su oficina en Suiza, su oficina en Nueva York, y su hogar en San Salvador, donde también tiene su propia oficina personal para lograr atender todas sus responsabilidades profesionales mientras hace sus demás roles como madre y esposa.

El día de la entrevista Marisol comenzó su día a las 4:00 a.m., sostuvo algunas reuniones vía Skype y despidió a sus tres pequeñas hijas al colegio.

Su hija, Gabriela, de 8 años, tenía ese mismo día el evento escolar de “Feria del Libro”, actividad en la que los padres tienen que acompañar al menos una hora a sus hijos para comprarles libros y leerlos junto a ellos, Gabriela, a su corta edad, estaba consciente de la vida profesional de su madre, y por ende no creía que su mamá llegaría a la actividad por estar tan ocupada, “si no pudieras llegar a la feria me podes dar sólo el dinero para comprar los libros, no hay problema”, esas palabras de Gabriela marcaron a su mamá, “me partió el corazón”, comentó de forma emotiva Marisol. “Llega un momento donde las mujeres a nivel laboral se estancan, y las exigencias para ciertos puestos son muy altos, se nos impone de cierta manera elegir entre familia y superación laboral, cuando no debería ser así.

La oportunidad que se me ha dado para venir periódicamente y trabajar desde El Salvador ha sido una oportunidad que yo valoro muchísimo, ya que me permite hacer compatible la vida familiar con la profesional, “, explica la ejecutiva.

Para Marisol es un gran orgullo ser salvadoreña y poder incidir en una agenda global tan importante como la que me permite liderar el Foro Económico Mundial.

Transcurrida casi una hora de entrevista, se escuchan las voces, risas, y saltos de alegría de tres niñas, todas dirigiéndose a la oficina de su madre, Gabriela es la primera en entrar, el abrazo es largo y pronunciado, como agradeciendo a su madre por haber movido parte de la agenda de su mañana para asistir a su feria del libro.