Cartera de préstamos productivos solo creció en $25.2 Mlls. a marzo

La expansión de este financiamiento se estanca en 0.5 % anual

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La construcción es el sector más deprimido en la asignación de préstamos. Foto EDH

Por Rodolfo Ortiz negocios@eldiariodehoy.com

2015-05-11 8:00:00

La cartera de préstamos cerró a marzo con apenas un crecimiento de $25.2 millones en los fondos destinados a actividades productivas. Aunque en general el financiamiento otorgado por los bancos privados creció un 4.2 % la mayoría de esta alza se ha debido al consumo de los salvadoreños.

De acuerdo a las cifras recopiladas por la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), en su ranking bancario, el saldo de la cartera de préstamos a marzo fue de $10,527 millones, siendo mayor en $420.9 millones (4.2 %) a la cifra registrada en marzo 2014.

Sin embargo este aumento en el financiamiento no necesariamente ha beneficiado a las actividades productivas en el país.

Según los datos, los préstamos de consumo y adquisición de vivienda sumaron un total de $5,881.7 millones, un 55.9 % de toda la cartera.

Por contraste, los fondos aprobados para actividades productivas sumaron $4,645.6 millones, siendo solo el 44.1 % de todos los préstamos.

A simple vista la diferencia no es muy significativa, pero al analizar los niveles de crecimiento, se evidencia que los sectores productivos no han logrado mejorar su acceso al financiamiento y que, de hecho, parece estancarse.

Al comparar los saldos de marzo 2015 con el mismo mes de 2014, se nota que los préstamos para consumo han crecido $935.5 millones, un 6 % más.

Mientras tanto la cartera para préstamos productivos, solo creció en $25.2 millones, es decir un leve 0.5 % de alza anual.

“El crédito para los sectores productivos es un reflejo del dinamismo económico del país. La demanda de crédito de los sectores productivos se mantiene baja. El país en términos generales sigue con una tendencia de crecimiento muy moderado”, fue la reflexión que hizo Marcela de Jiménez, directora ejecutiva de Abansa, sobre estas cifras.

La dinámica productiva

Aunque la variación de los préstamos señala un leve crecimiento, el desempeño en cada sector productivo es muy variada. De hecho, en algunos casos se ha reducido su producción, y por tanto, la demanda de financiamiento.

De acuerdo al ranking bancario, el sector construcción es el más deprimido de la economía nacional. Entre los meses de marzo 2014 y 2015 la cartera de préstamos asignada por los bancos privados se redujo en $53.9 millones (13.9 % menos).

El otro sector que también redujo su cartera de préstamos fue el agropecuario, con $2.3 millones menos, un 0.6 %.

La cartera a marzo 2015 fue de $333.3 millones para la construcción y de $380.1 para el agro.

Como medida de referencia para la crisis del sector construcción se puede considerar que el precio de una vivienda de lujo puede ser igual o mayor a los $300 millones.

Es decir, el precio de una sola casa puede superar el financiamiento actual del sector.

Por contraparte, los préstamos al sector servicios reflejan un incremento de 10.9 millones, un 1.3 % en su cartera. Llegaron a sumar $819.4 millones.

Abansa aglutina los rubros de minería, electricidad, transporte e instituciones financieras como el sector “otros actividades”. Este mantiene una cartera de $639 millones. Con ello creció un 10.9 %, sumando $63 millones a la cartera, en comparación a marzo 2014.

La industria manufacturera, por su parte, mantiene un saldo de préstamos de $1,057.1 millones. Aunque representa buena parte del financiamiento, su tasa de crecimiento es de solo 0.6 %, es decir $6.2 millones más.

Por último el sector comercio mantiene $1,416.7 millones en cartera de préstamos, pero esta solo ha crecido 0.1 %. Es decir, apenas ha aumentado en $1.5 millones.

Incentivos al crédito

A finales de febrero el Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) aprobaron nuevas medidas técnicas con el objetivo de facilitar e incentivar la aprobación de créditos productivos.

Las normas permitían, por un lado, que los bancos redujeran las reservas que envían al BCR como respaldo con la idea de que ese dinero se pudiera utilizar en aprobar más préstamos a actividades productivas.

Por otro lado, la SSF hacía más flexibles algunos requisitos que los salvadoreños o empresas debían cumplir.

Previo a las reformas, los préstamos que pasaban de $200 mil debían cumplir los criterios de la superintendencia.

Desde febrero, se amplió el techo a $350 mil. Todo préstamo abajo de esa cifra puede ser aprobado con solo cumplir los criterios establecidos por el banco.

La directora ejecutiva de Abansa dijo que, aunque la medida es muy positiva, no significa que inmediatamente inyectará fondos a los sectores productivos.

“Esa medida es muy positiva… genera mayor liquidez al sector productivo. Ahora, la demanda de crédito no se ve influenciada de forma directa por esta medida. La demanda es respuesta a la actividad económica de cada sector”, explicó.

La actividad económica, en todo caso, no ha sido muy buena para sectores como la construcción y la agricultura. Trabas burocráticas en la aprobación de inversión pública o proyectos de infraestructura para unos y daños por plagas y sequía para otros.

La representante de la gremial bancaria dijo que no tienen una cifra exacta de cuántos préstamos ya fueron beneficiados por las nuevas normas técnicas.

No obstante el titular de la SSF, Ricardo Perdomo, mencionó previamente que hasta el mes de marzo había 8,500 nuevos créditos productivos aprobados, por un valor total de $265 millones.

Estos préstamos, indicó, ya habían contado con el beneficio de las normas técnicas.

Además, permitieron a los bancos deducir de la reserva de liquidez para contar con más fondos para financiar la demanda de los sectores productivos del país.