Una de las tantas noticias de homicidios que se leen a diario en los periódicos, y que fue proyectada ayer en el Enade 2015 fue el telón inicial del discurso del presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada, Jorge Daboub, quien en 25 minutos resumió la indignación generalizada de un país atacado por la violencia, pero a la vez, reclamó eficiencia de las autoridades y dio palabras de aliento a los invitados, para mantenerse firme ante este problema.
“No hay ningún salvadoreño que no haya sido víctima de la delincuencia de forma directa o indirecta. Esto no puede ni debe seguir”, dijo en su discurso.
El empresario destacó cifras que demuestran que el Gobierno tiene hoy más recursos contra la violencia de los que destinaba en 2004. Y la empresa privada, por su parte, destina un estimado de $1,420 millones anuales para gasto en seguridad privada, sin incluir los impuestos y otras contribuciones. Y sin embargo, la criminalidad no ha bajado.
“Si seguimos podríamos llegar al 20 % del presupuesto sin que esto se traduzca en una mejor calidad de vida”, indicó.
Además, pidió a todos los presentes no perder la capacidad de conmocionarse ante el sufrimiento de las personas, en alusión a funcionarios que en días pasados han dicho que la violencia solo es una percepción.
“No perdamos la capacidad de conmocionarnos ante el sufrimiento que hoy viven nuestros hermanos. Si nos acostumbramos a vivir indiferentes ante el dolor de los demás, habremos perdido lo que nos hace verdaderamente humanos. Con cada salvadoreño que es asesinado muere algo de nosotros”, mencionó.
El discurso de Daboub también fue motivador: “se puede abandonar a una patria dichosa y triunfante, pero amenazada, destrozada y oprimida no se le deja nunca; se le salva o se muere por ella”, aseguró haciendo alusión a una frase del francés Maximilien Robespierre, que era preferida por el ahora fallecido doctor José Antonio Rodríguez Porth.
“Estamos seguro que vamos a sobreponernos a este nuevo desafío. Superaremos con valentía este problema”, dijo esperanzando porque se trabaje con unidad para atacar el problema de la violencia.
Dijo que la empresa privada está dispuesta a participar de esa unidad, pero no la que se limite a los discursos y a las fotos amigables o reuniones de apariencia. “El país no está para diatribas que dividen a la sociedad ni para discursos frondosos que ganen votos mientras se pierdan vidas”.
Daboub añadió con firmeza lo que muchos salvadoreños hablan en las calles: “los salvadoreños clamamos por soluciones, no por ilusiones, por resultados, no promesas, por acciones correctas, más que buenas intenciones”.