España pone su sello en la infraestructura mundial

"Megaproyectos" como el primer AVE del desierto, el metro de Doha, los trabajos para hacer realidad el primer tren de alta velocidad de EE.UU., la segunda fase del metro de Lima, el metro de Ontario, el Crossrail británico, el tren ligero de Sydney o el mayor proyecto de infraestructuras de Australia llevan sello español.

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El Puente Vidin-Calafat, sobre el río Danubio, construido por FCC, de España.

Por EFE

2015-05-14 8:00:00

MADRID. Las empresas españolas están de moda. El liderazgo de FCC en la adjudicación de la línea 2 del Metro de Panamá con una oferta de 1.647 millones de euros, después de que en 2010 se adjudicase la primera línea, se suma a la lista de éxitos conseguidos por el sector constructor español en los últimos años.

“Megaproyectos” como el primer AVE del desierto, el metro de Doha, los trabajos para hacer realidad el primer tren de alta velocidad de EEUU, la segunda fase del metro de Lima, el metro de Ontario, el Crossrail británico, el tren ligero de Sydney o el mayor proyecto de infraestructuras de Australia llevan sello español.

La firma del contrato en 2012 para construir el tren de alta velocidad que unirá las ciudades santas de Medina y La Meca se convirtió en un momento histórico para las doce empresas españolas que integran el consorcio: Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetroic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo.

No sólo por que el volumen del contrato, 6.737 millones de euros, lo convertía en el mayor adjudicado a empresas españolas, sino porque es posiblemente uno de los mayores retos de infraestructuras a los que se enfrenta el sector, que aprovecha esta mayor visibilidad para abrirse un hueco en nuevos mercados.

En ese mismo país, pero un año más tarde, FCC y sus socios se encargaron de construir 3 líneas del metro de Riad por 6.070 millones, un contrato que se enmarca dentro de uno de los mayores proyectos de obra civil del mundo presupuestado en 16.300 millones, dos veces y media el AVE de los peregrinos.

La adjudicación en marzo del pasado año de la línea 2 del Metro de Lima por 3.900 millones al consorcio integrado por FCC y ACS fue otro de los hitos logrados por las empresas españolas.

Seis meses más tarde fue Acciona, la que junto con Lend Lease, Capellan y Bouygues, se impuso en el mayor proyecto ferroviario de Australia, el “East West Link”, valorado en cerca de 3.700 millones.

Sin embargo, el Gobierno australiano de Victoria decidió cancelar posteriormente el proyecto y compensar al consorcio con 242 millones.

En México, en Londres, Panamá o Turquía

En diciembre de 2014 Acciona y sus socios firmaron con el gobierno australiano de Nueva Gales del Sur la construcción de una ruta de tren ligero de 12 kilómetros en Sydney por cerca de 1.400 millones de euros.

El nuevo contrato de metro adjudicado en Panamá prosigue el éxito logrado en el país por las empresas españolas. FCC y la brasileña Odebrecht se hicieron en 2010 con la construcción de la primera línea de metro de la capital panameña por 1.050 millones y se han convertido en la mejor oferta para la línea 2.

Fuera del ámbito ferroviario, la historia de Sacyr está unida al país centroamericano gracias a la ampliación del Canal de Panamá que el grupo se adjudicó en 2009 por 2.243 millones y que pronto será una realidad.

La presencia española también es un hecho en la construcción del primer AVE de Estados Unidos. ACS y Shimmick se adjudicaron el segundo contrato de construcción desde Fresno hasta el norte de Bakersfield por 993 millones y junto a FCC, Ferrovial e Isolux se disputan un nuevo tramo valorado entre 370 y 465 millones de euros.

En México, OHL se encarga de construir el primer tramo del tren interurbano que unirá Toluca con Ciudad de México por 575 millones y junto a FCC resultó ganadora de la ampliación del metro de Toronto.

La ampliación del metro de Londres también será posible gracias a Ferrovial, que ha desarrollado distintos trabajos para el Crossrail, el mayor proyecto de ingeniería civil que desarrolla en Europa y que incrementará en un 10 % la capacidad ferroviaria de Londres.

En 2007 el primer tren de alta velocidad producido por CAF para los ferrocarriles turcos llegó a Turquía, como parte de un proyecto adjudicado a OHL. Noruega, Holanda, México o EEUU son algunos de los mercados en los que CAF está presente. Al igual que Talgo, que construye el tren del AVE a la Meca, y que además ha logrado importantes contratos en Rusia, Arabia Saudí, Kazajstán o Uzbekistan. EFE