Universidad de Panamá se resquebraja bajo la maleza y el caciquismo

Recibe un presupuesto de $200 millones al año y se desconoce su inversión. El rector fue Ministro de Educación de Omar Torrijos y tomó el mando de la UP desde 1994, hasta la fecha. La pintura de los edificios está desconchada, los techos tienen goteras, y no hay "WiFi".

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El actual rector de la UP llegó desde 1994 y se le acusa de manejar la universidad al estilo Luis XIV, sin invertir en la modernización del campus.

Por EFE

2015-05-14 3:00:00

PANAMÁ. La Universidad de Panamá (UP), la más antigua e importante del país, no pasa por su mejor momento y libra una batalla agónica contra el deterioro de sus instalaciones y la gestión de su rector que, según sus detractores, se ha enquistado en el puesto y roza el caciquismo.

El campus de Octavio Méndez Pereira, en el centro de la capital panameña y donde se encuentra la gran mayoría de las facultades, parece sacado de una película apocalíptica: la pintura está desconchada, los edificios tienen goteras, no hay “WiFi” y la maleza se come las aceras.

Los laboratorios de la Facultad de Química, por poner un ejemplo, no tienen ni probetas ni tubos de ensayo, las estanterías están roídas, los muebles viejos se apilan en las esquinas y los reactivos que usan los alumnos se encuentran “medio contaminados”.

“Los resultados que nos dan los reactivos no son reales, las conclusiones que sacamos y que tenemos que analizar no sirven de nada”, explicó a Efe el estudiante de 21 años Orlando Madrid.

“Hay colegas que tienen que comprar sus propios equipos para poder dar clase”, añadió el profesor de física y presidente del Movimiento de Renovación Universitaria de Panamá (MRU), Eduardo Flores.

La UP, que es pública y prácticamente gratuita, recibe del Estado panameño un presupuesto medio de 200 millones de dólares al año. En la actualidad cuenta con 60.000 alumnos, 4.200 profesores, 3.900 administrativos, 160 carreras y 19 facultades que se reparten en 269 edificios.

“La pregunta es dónde está todo ese dinero”, denunció un miembro del Frente Estudiantil Revolucionario 29 de Noviembre (Fer29), que prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a sufrir nuevas represalias, ya que, según dijo, su activismo estudiantil le costó varios suspensos en curso anteriores.

Refugio de la dictadura de Noriega

Varios profesores llevan tiempo denunciando que la administración universitaria acalla las voces que contradicen al rector, que lleva en el cargo desde 1994 y que fue ministro de Educación durante la dictadura militar de Omar Torrijos (1969-1981) y embajador en Brasil con el régimen de Manuel Antonio Noriega (1983-1989).

“La universidad se ha convertido en un refugio para la dictadura de Noriega, por eso la mentalidad persecutoria está tan arraigada”, dijo a Efe el catedrático Miguel Antonio Bernal, que mantiene desde hace años una guerra abierta contra el rector.

De hecho, Bernal fue expulsado de la UP por el consejo académico a mediados de abril, aunque finalmente la Corte Suprema de Justicia de Panamá ordenó su readmisión.

Los profesores disidentes acusan al rector de promover un culto excesivo hacia su persona, de ganarse adeptos a golpe de talonario y de rodearse de un equipo que besa por donde pasa.

“Aquí a nadie se le coarta la libertad. Aquí la gente hace prácticamente lo que quiere. Yo respeto a la gente, pero no admito la falta de respeto”, dijo visiblemente molesto el rector García de Paredes en una entrevista con Efe.

Altamente vigilados y al estilo Luis XIV

Por Constitución, la UP tiene plena autonomía y puede hacer y deshacer a su antojo sin que intervenga el ministerio de Educación ni cualquier otras instancia del Gobierno. Cada cuatro años convoca elecciones en el campus para elegir a su equipo directivo.

El reputado profesor Flores, que le disputó la rectoría a García de Paredes en 2012, lo acusó de manipular los resultados y de convertir el campus en una especie de feudo.

“Hay colegas que se cruzan conmigo y se cambian de acera, aunque luego me llaman y me dicen que están conmigo, pero no quieren que les vean saludándome porque hay cámaras por todas la universidad”, confesó el profesor Flores.

La UP se ha gastado recientemente alrededor de 3 millones de dólares en un puntero sistema de seguridad que incluye decenas de cámaras de videovigilancia y varios perros adiestrados.

“Todas las universidades de Centroamérica tienen sistemas de protección como éste. Yo no puedo permitir que maten a ningún estudiante”, explicó el rector, a quien algunos llaman “Luis XIV” por su fama de absolutista y totalitario.

Consciente de que su gestión no agrada a todo el mundo, García de Paredes afirmó que la UP es una “institución muy grande” y que es necesario “imponer la ley y la disciplina para que el centro no se convierta en el “Far West”, que es lo que está pasando en este país”.

A pesar de que el estatuto de la UP obliga a los profesores a jubilarse una vez cumplidos los 75 años, García de Paredes, de 76 años, no descartó presentarse a la reelección el año que viene.

“El peligro de que una persona se mantenga tantos años en el poder es que el pueblo se acostumbra a obedecer y la persona a mandar”, sentenció el profesor Flores, que criticó también la pérdida de calidad educativa y la falta de movilidad estudiantil y confirmó que competirá con el actual rector en las elecciones universitarias del 2016. EFE