El presidente de la Cámara de Comercio de El Salvador, Luis Cardenal, se sumó ayer a las voces que le han señalado al Gobierno que “se necesita un golpe de timón en seguridad” para combatir la criminalidad.
Cardenal criticó que en El Salvador no haya una política clara de seguridad y que “la única política de seguridad que hemos conocido formalmente es la huérfana tregua entre pandillas”.
El empresario manifestó que ya se le había advertido a las autoridades que el pacto entre los grupos delictivos (que se gestó en la administración de Mauricio Funes) solo permitiría que las maras se fortalecieran.
“Vemos con preocupación que el Estado está siendo retado… Las pandillas están mandando un mensaje a las autoridades de que ellos son una fuerza con la que se tiene que entender”, opinó Cardenal.
Por ello, exhortó al presidente Salvador Sánchez Cerén a cumplir la promesa electoral que hizo acerca de “él se iba a poner a la cabeza de la seguridad pública”.
Además, reprochó que en los dos gobiernos del FMLN han habido cuatro ministros de justicia (Manuel Melgar, David Munguía Payés, Ricardo Perdomo y Benito Lara) y el mismo coordinador de seguridad en ambas administraciones (Hato Hasbún) “pero la situación parece no mejorar”.
“Un país que es considerado el más violento del mundo no es atractivo para la inversión, que es el primer paso para el crecimiento; para la generación de empleos y a su vez es de donde recibe el Estado mayores recursos a través de los impuestos”, señaló Cardenal.
Añadió que el año pasado la inseguridad le pasó factura al país en materia económica porque a nivel regional El Salvador recibió la menor cantidad de inversión nacional y extranjera.
Cardenal dijo que el récord histórico de baja inversión se dio en los últimos cuatro años; a su juicio esto ya no se puede atribuir a la crisis mundial de 2008, ni tampoco culpar de ello a los gobiernos anteriores.