La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) señaló ayer que la delincuencia y los altos costos de producción es lo que más pone en zozobra al sector industrial, lo que ha generado pérdida de competitividad a todo nivel, poniendo a prueba la capacidad empresarial.
Con esas palabras resumió Javier Simán, presidente de la ASI, el sentir de los industriales, durante la presentación del Ranking Industrial 2015, que elaboró la gremial, en donde también reconoció la labor de las empresas industriales exportadoras más destacadas del año pasado.
Durante su ponencia, Simán dijo que la delincuencia, la criminalidad y las extorsiones son los temas que están agobiando a las empresas y a los trabajadores.
“Las extorsiones han seguido en incremento y muchas veces no se perciben porque no se reportan o denuncian”, apuntó.
Sobre el tema, Jorge Arriaza, director ejecutivo de la Asociación, comentó que la situación de inseguridad que viven los ciudadanos no crea un clima positivo para la inversión, pues los inversionistas prefieren otros mercados antes que invertir a nivel local.
“Para crecer al 3 % el país necesita inversión y necesitamos alrededor de $700 a $800 millones al año para mantener ese crecimiento estable. Si no hay inversión, no hay crecimiento y es difícil generar empleo, impuestos y las condiciones que necesita el país”, apuntó.
Para el director país del Grupo Calvo, Boris Quintanilla, la delincuencia es la piedra en el zapato para la estabilidad que necesitan los inversionistas.
“Es un tema importante que no escapa a ninguna de las empresas, y que cada vez está dificultando más, que otras empresas vengan al país”.
En ese sentido, Quintanilla hizo un llamado a todos los sectores para sentarse a encontrar una solución real a dicho problema.
Otros factores que hacen perder competitividad
Durante su discurso, Simán enunció que existen muchas variables que afectan la competitividad nacional, tales como la falta de mantenimiento de la infraestructura pública en puertos, aeropuertos, carreteras, puentes y aduanas.
Asimismo, explicó que la excesiva burocracia y tramitología “ahogan cualquier negocio con interminables trámites para obtener innumerables permisos”.
Aparte de la arbitrariedad y predisposición de algunos funcionarios para sacar adelante los requerimientos de negocios.
El líder empresarial insistió además que el alto costo de la energía eléctrica les hace incurrir en altos costos de producción, en comparación con sus competidores mundiales, aunque agradeció que la baja de los precios internacionales del petróleo hayan impactado la tarifa de energía.
Recientemente, la Superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget) anunció que la factura eléctrica bajaría 20 % en el próximo trimestre a raíz de la baja de precios del crudo.
Otro factor en contra de los industriales es la competencia desleal y el contrabando; pero también juegan para mal la incertidumbre política, la inseguridad jurídica y la falta de institucionalidad.
Por otra parte, la ASI enunció que el país solo puede crecer aumentando su producción y sus exportaciones; pero ese crecimiento solo se puede lograr en un clima de confianza y de seguridad que permita mayores inversiones y que genere empleos.
“Ese crecimiento solo se puede lograr cuando un gobierno reconoce que el sector productivo es el generador de empleos y de desarrollo, un gobierno que está dispuesto a trabajar de la mano con el sector privado, un gobierno que demuestra su sincera voluntad de respetar la institucionalidad y los principios constitucionales para generar el clima propicio para lograr la prosperidad de los salvadoreños”, recalcó Simán.
Defensa de los medios
El presidente de la ASI se tomó tiempo para reconocer la labor de los medios de comunicación y de sus equipos periodísticos para llevar las noticias de forma completa.
“Nos preocupa ver una tendencia al acoso de los medios de comunicación como manera de ocultar los verdaderos problemas que enfrentamos los salvadoreños. La imagen del país no se va a mejorar restringiendo la libertad de prensa, sino resolviendo los problemas que enfrentamos. El país no está mal porque los medios lo dicen, sino porque los salvadoreños lo vivimos a diario”, enfatizó el ejecutivo.
Pese a las adversidades, los industriales comentaron que existen grandes oportunidades, y que depende de todos unir esfuerzos para sacar adelante a nuestro país y superar con urgencia los problemas políticos, sociales y económicos que limitan el crecimiento y el desarrollo nacional.
Y aunque 2014 reflejó una desmejora significativa en los indicadores económicos, el sector industrial ha empezado a ver una recuperación en los primeros meses de 2015, “especialmente con la recuperación de los precios internacionales del petróleo y su impacto en el costo de la energía eléctrica”.
Por otro lado, los principales socios comerciales de El Salvador están mostrando crecimientos significativos en sus economías, lo que garantiza la demanda de productos salvadoreños en sus mercados, especialmente con acceso privilegiado libre de aranceles que permiten los tratados de libre comercio con diferentes países.
“Entre ellos el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica, que aún permite grandes oportunidades de exportación, ya que lo que exportamos a EE. UU. no representa ni siquiera el 1 % de lo que ellos importan del mundo”, enfatizó.
De acuerdo con datos de la Asociación Salvadoreña de Industriales, esta representa a 23 sectores industriales y agroindustriales, que juntos producen el 92 % de las exportaciones nacionales.
Aparte de que las empresas agremiadas generan el 40 % de los empleos formales y permanentes del país, aportan el 25 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía salvadoreña y contribuyen con el 25 % de los ingresos del Estado.
Por esa razón, Javier Simán, indicó con autoridad que “la industria es el motor de la economía”, y que los empresarios seguirán trabajando incansablemente para ser más productivos, eficientes y competitivos, para conquistar otros mercados que permitan crecer y generar mejores oportunidades de empleos.
“Así que finalmente hacemos un llamado a todos los empresarios: siéntanse orgullosos de ser empresarios, continuemos trabajando con entusiasmo y optimismo. Nosotros somos el motor de la economía y miles de salvadoreños dependen de nosotros para mejorar su calidad de vida”, concluyó el empresario.