El rito del lucernario da inicio a la Pascua

Con la Vigilia Pascual, los creyentes inician el tiempo más importante para la Iglesia Católica y la celebran en la noche del Sábado Santo con el lucernario

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La noche del sábado miles de católicos participan del lucernario, que es previo a la vigilia pascual. foto edh/ ARCHIVO

Por Nidia María Hernández comunidades@eldiariodehoy.com

2015-04-03 7:00:00

Hoy los católicos celebran en todo el mundo el inicio de la Pascua con una vigilia, en la cual renuevan su fe y se llenan de júbilo por la resurrección de Jesús.

El acto religioso, considerado el más importante en el año litúrgico, está cargado de simbolismo. Los creyentes se reúnen ya sea al final de la tarde o en la noche, frente a una fogata, de la cual el sacerdote obtiene fuego para encender el cirio.

Luego los feligreses encienden sus velas e inicia la procesión.

Al llegar al templo, que está a oscuras, los católicos lo iluminan con la luz de las velas. Al entrar todos, se enciende las lámparas y se canta a una sola voz el Pregón Pascual.

Y como dice el profeta Isaías, “el Mesías trae también la luz y Él mismo es Luz”. Cristo al disipar las tinieblas del mal, llama a los hombres a la luz de la verdad. “Una conducta inspirada en el amor es el signo de que se está en la luz”, dice el apóstol San Juan.

El sacerdote Óscar Rodríguez Blanco, asegura que la Pascua “es el tiempo más importante para la Iglesia Católica, un tiempo que es la base para los creyentes. La Pascua, como enseña la iglesia, no es simplemente una fiesta entre otras: es la fiesta más importante que se tiene, es la fiesta de las fiestas, es la solemnidad de las solemnidades”.

El fuego bendecido en el lucernario, simboliza la acción fecundante, purificadora e iluminadora del la fuerza de Cristo Resucitado.

Rodríguez Blanco cataloga la Pascua como la fiesta de la “Victoria de Cristo”, por ello la asistencia a misa durante la pascua, y cada domingo que la renueva, debe ser prioridad del católico. Cristo al resucitar y vencer a la muerte nos abrió las puertas del Cielo. “La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles”, explica el sacerdote.

La cita bíblica que representa la Pascua para los católicos es lo que escribió San Pablo en la primera carta a los Corintios 15, 14: “si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” .

El cirio pascual

El cirio más importante es el que se enciende en la Vigilia Pascual como símbolo de Cristo Luz, y que sitúa sobre una elegante columna o candelabro adornado.

El Cirio Pascual está marcado con el año en que se está celebrando la Pascua, en este caso, 2015 y significa que Cristo está aquí ahora, como lo ha estado en el pasado y en el futuro. Se marca con una cruz para indicar el signo de salvación y que la luz sigue viva a pesar de la muerte.

Lleva unos clavos para simbolizar las cinco heridas que sufrió Jesús durante la Pasión y unos granos de incienso que simbolizan el sacrificio de Cristo.

También, el cirio tiene unas letras griegas muy bien marcadas: alfa y omega, que indica que Cristo es el comienzo y fin de todas las cosas y que su palabra es eterna. El color blanco significa luz, fiesta, alegría.

La palabra cirio viene del latín “cereus”, de cera. Al hablar de las candelas, se alude al uso humano y al sentido simbólico de la luz que produce los cirios, también en la liturgia cristiana.

El religioso cuenta que el Cirio Pascual representa a Cristo Resucitado que vence las tinieblas y la muerte. “Es como el sol que no tiene ocaso. En su mayor parte, está hecho de cera, y como dice el pregón pascual, es obra de las abejas. En la noche pascual y durante el lucernario, se enciende con el fuego nuevo”.

El cirio es también un memorial de la Pascua, y a partir de esta noche, se enciende los 50 días de Pascua para significar la presencia viva de Cristo resucitado en medio de los suyos. Se enciende también durante los bautismos, confirmaciones, funerales y actos litúrgicos importantes para indicar que Cristo es luz y vida.

Concluye que la Pascua “es tan importante que su celebración dura 50 días que se han de celebrar con inmensa alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo”.