Colombianos residentes en el país marcharon por la vida

La comunidad de colombianos pidió al unísono por la vida

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Colombianos residentes en el país marcharon por la vida

Por Marielos Ramírez comunidades@eldiariodehoy.com

2015-03-08 7:00:00

Colombianos residentes en El Salvador se unieron ayer a la “Marcha por la vida” que se celebró de forma simultánea en 58 países en el mundo.

Muy lejos de su natal Colombia y en tierras salvadoreñas, gritaron al unísono “la vida es sagrada” y reiteraron su compromiso a respetar la vida de los demás sin importar su credo político, religioso o condición económica.

Desde muy temprano el parque Madre Selva, de Santa Elena, se vistió con los colores de la bandera colombiana, mientras la música al ritmo de vallenato le daba la bienvenida a los suramericanos que se unieron a la iniciativa.

Bajo un intenso sol entonaron los himnos nacionales de El Salvador y de Colombia para dar inicio con la actividad, a la cual asistieron el embajador de Colombia, Julio Aníbal Riaño; y el cónsul, Rafael Quintero.

Los organizadores en El Salvador aseguraron que la iniciativa “La vida es sagrada” es un emblema que promueve el grupo de colombianos para construir una cultura de paz y con ello difundir el derecho a la vida sin condiciones.

La iniciativa es de carácter ciudadano y no tiene intereses políticos ni económicos, dijeron los coordinadores.

El embajador de Colombia en el país, Aníbal Riaño, aseguró que la concentración es para marchar por una causa noble.

“Estamos marchando por la vida, porque la vida es sagrada, porque es un derecho ineludible. Es la defensa incondicional por la vida”, explicó.

Con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el comité organizador afirmó que en 2013 la tasa de muertes por violencia interpersonal en Colombia fue de 30.3 por cada 100 mil habitantes, es decir, cuatro veces mayor a la del promedio mundial que es de 6.9 por 100 mil habitantes.

En Colombia este tipo de violencia es la principal causa de homicidio, dice un informe del Instituto de Medicina Legal del país suramericano.

Natalia de Noubleau, del Comité organizador de la marcha en El Salvador, consideró que el cuidado de la vida de otra persona debe transformarse en un principio.

De Noubleau aseguró que es importante incentivar una cultura de no violencia y ser tolerante a otras formas de pensar, lo cual consideró que es un principio básico de convivencia.

“La idea es: yo te quiero vivo, pienses lo que pienses, actúes como actúes, tengas la preferencia política que tengas”, explicó.

Para Omar Ardila, quien llegó con su familia a la concentración, aseguró que, además de estar apoyando la iniciativa “La vida es Sagrada”, la actividad le da la oportunidad de compartir con los amigos salvadoreños y con sus seres queridos un mensaje de integración.

“Estamos apoyando esa iniciativa y básicamente que nos respetemos los unos a los otros. Compartimos con la familia, con amigos salvadoreños este mensaje que es importante, de integración, que olvidemos el odio, olvidemos esas discrepancias y diferencias que tenemos, que aunque las debemos respetar, ante todo debemos respetar la vida”, dijo Ardila.

Mercedes Aldana, coordinadora de la iniciativa en El Salvador, expresó que la actividad busca sensibilizar a las personas hacia una transformación.

“Hay que conceptualizar el hecho de que hay que respetar la vida, de que la vida es única, la vida es importante y que todo ser humano merece ser respetado en su dignidad”, dijo Aldana.

Por la mañana los organizadores incentivaron a las familias colombianas a ser parte de varias dinámicas.

Una fue plasmar la huella de las manos en un papel en donde estaba dibujado un árbol. Con este símbolo los asistentes se comprometieron a difundir el mensaje de paz.