Para casi todo el mundo Nueva York es Manhattan, “La Gran Manzana”, y su corazón es Time Square. Uno vaga por las calles de la ciudad. Por sus anchas aceras caminan almas de todo el universo. Unos viene otras van. En la calles circulan autos de todas las marcas, limosinas y sobre todo taxis, muchos taxis.
En una sola cuadra se ven altos ejecutivos con trajes que cuestan lo que un automóvil nuevo, árabes con turbante, túnica y barba tupida, un hombre de color con audífonos indiferente a todo lo que ocurre, una mujer completamente vestida de negro con lágrimas en los ojos. Japoneses y griegos, peruanos y vietnamitas. Se oyen, sin uno pone atención, decenas de idiomas al mismo tiempo.
Y de pronto al doblar una esquina, si es de noche, aparecen, como en un momento mágico, una cantidad de luces de neón, gigantescas pantallas led, marquesinas, vallas que se encienden y se apagan, lluvias de flashes, y ventanas iluminadas que penden desde lo más alto de los rascacielos hasta darle un tono iridiscente y multicolor a los millares de turistas que caminan con los ojos y la boca abiertos. Es un impacto visual único. Irrepetible en otra parte del mundo. Es Time Square.
Allí está el famoso reloj donde se hace la cuenta regresiva para recibir el año nuevo; los teatros de Broadway, los cristales de la MTV, donde a veces se pueden ver desde la plaza, que no es cuadrada sino triangular, la silueta de J Lo, Madonna o Will Smith. Allí están Radio City Hall, restaurantes, perfumerías, tiendas y espectáculos de todo, el famoso anuncio de Coca Cola y las fotografías gigantes de modelos, actores y actrices famosos.
Pero esta vez los millones de turistas que pasan por Time Square, no verán el rostro de Julia Robert , Amy Adams o Angelina Jolie, sino el de una salvadoreña: Lilly Melgar. Allí están los ojos de Lilly, mirando desde el “Billboard” que está justo en frente del más sofisticado establecimiento del Hard Rock Café, la famosa plaza.
Lilly Melgar actriz, productora, directora y conductora de programas de radio, es la nueva imagen y portavoz oficial de la compañía de cosméticos libre de químicos, “The Organic Face”. Es la primera vez que una salvadoreña ilumina las noches de la ciudad que nunca duerme. Y también los días, porque hay que decir que en Time Square no ve la luz del sol, por los rascacielos y los anuncios y las marquesinas.
A Lilly Melgar la conocí hace siete años aquí en El Salvador y desde entonces, ella y su esposo el joven y brillante abogado, Robert Monterrosa, también de origen salvadoreño, son mis amigos. No pocas veces me he hospedado en las casa de ellos en una elegante zona de Hollywood. Lilly es un ejemplo de tenacidad, perseverancia y talento.
Nació en El Salvador pero sus padres emigraron muy jóvenes a los Estados Unidos. Con mucho esfuerzo Lilly logró insertarse con éxito en la industria del entretenimiento precisamente la meca del cine: la ciudad de Los Ángeles. Fue la primera salvadoreña en actuar en una telenovela estadounidense de alta audiencia “General Hospital”, en donde también aparecía Ricky Martin.
En la actualidad el programa en el que actúa “The Bay Series” ya ha sido nominado a un Emmy como la mejor Web Serie y este año la influyente revista Variaty lo consideró como uno de los tres mejores programas en la web. Al mismo tiempo conduce un popular programa de radio llamado “Soap Box with Lilly & Martha”. Produjo la película de acción “La Cobra Negra”, distribuida por Lionsgate Movies, y ha coordinado eventos para Britney Spears, Jennifer López y Madonna.
También ha ganado importantes premios como un Alma Award como mejor actriz por su trabajo en “The Bold and The Beautiful”. Estoy seguro que pronto tendremos muy buenas noticias de Lilly en la gran pantalla. El sobresaliente trabajo de Lilly Melgar en la industria del entretenimiento, y su rostro en Time Square, nos vuelve a poner de relieve que El Salvador es mucho más que un compendio de malas noticias.
* Columnista de El Diario de Hoy. marvingaleasp@hotmail.com