El Juzgado Especializado de Extinción de Dominio de San Salvador ordenó ayer que 15 mil 208 dólares decomisados durante un registro en varias bartolinas del centro penal de Chalatenango, pasen a las arcas del Estado.
La audiencia judicial fue celebrada ayer en la mañana y es la primera de su género desde que se crearon los referidos juzgados.
La propiedad del dinero se la agenciaban 12 miembros de la mara Salvatrucha que cumplen diversas condenas en el penal de Chalatenango.
De acuerdo con lo expuesto ayer durante la audiencia judicial, el dinero fue decomisado el pasado 23 de julio luego de que autoridades registraran varias bartolinas en las que se sospechaba había armas de fuego escondidas.
Sin embargo, al hacer los respectivos registros, le encontraron $2,345.25 al convicto Juan Carlos Romero Ortiz, quien es uno de los cabecillas de una clica de la MS de Santa Tecla vinculada a la desaparición y asesinato de cinco adolescentes, estudiantes de la Escuela Unión Centroamericana, de esa ciudad, hecho cometido en junio de 2012.
En la misma celda, las autoridades le decomisaron $421 a Hugo Fermán Moreira; a Jaime Gilberto Évora, le decomisaron 874.50 más $168 que hallaron en un corredor, supuestamente lanzados por algún preso para desligarse del dinero.
En otra celda, el recluso José Eduardo Díaz Rodas tenía $924; Néstor Antonio Ramírez ocultaba $315.75; Jaime Alexis Barrera Rojas tenía $1,519, en tanto que Agustín Antonio Díaz Cortez ocultaba $645.25.
Así mismo, a Pedro Alfonso Coto le hallaron $1,151.75, a Jaime Israel Pinto Siguachi le decomisaron $503.50, a Manuel de Jesús Sánchez Guevara también le decomisaron $1,525.75, y Jaime Salvador Cerén le decomisaron $1,177. Entre los 12 pandilleros tenían los $15,208.
Al hacerles diversas pruebas de laboratorio, se determinó que todos los billetes tenían rastros de cocaína y anfetaminas, indicó la Fiscalía General de la República (FGR).
“De la venta de churros”
El defensor de los 12 mareros alegó que la Fiscalía no había probado el origen ilícito del dinero y esbozó la posibilidad de que la suma decomisada fuera producto de la venta de churros, sodas, pan dulce u otras golosinas que algunos reclusos tienen dentro del penal. También dejó entrever la posibilidad de que fuera producto de ahorros de los mismos internos originados en el dinero que los familiares les llevan.
No obstante, la jueza Miriam Geraldine Aldana sentenció que los 15 mil dólares pasaran a manos del Estado.