AHUACHAPÁN. Un grupo de mujeres y hombres beneficiados con la construcción del Centro Juvenil Corea – El Salvador recibieron una capacitación sobre cocina internacional.
Siete grupos de cocina presentaron sus platillos de corte internacional en la clausura del evento. Cada uno asumió la dinámica de crear el nombre y concepto de un restaurante y personalizar su presentación.
“Saber de cocina me ha convertido en una persona más integral, ya que también estudié química y farmacia en la universidad”, agregó una de las participantes, Catalina Uribe.
La evaluación de los platillos estuvo a cargo de los reconocidos cocineros Carlos Cubillas, Raúl Ramos y Víctor Orellana, quienes pasaron por cada grupo expositor probando lo cocinado.
Muchos de los participantes tiene el propósito de aprender sobre cocina para instalar su propio negocio, y así ayudar a generar ingresos económicos para sus familias.
Hasta antes de comenzar a prepararse, algunas personas sólo se dedicaban a las tareas del hogar.
En el centro también enseñan inglés, computación, canto, fútbol rápido, baile y taekwondo.
Su administrador, Gustavo Rodríguez, expresó que las puertas de este están abiertas para los ahuachapanecos que deseen superarse.
Directamente son beneficiadas cerca de 500 familias de ocho comunidades de Ahuachapán; sin embargo, pueden asistir de cualquier procedencia de la cabecera departamental. Se ubica en la colonia El Nopal.
Las instalaciones fueron construidas con la cooperación financiera de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica), que invirtió $2,350,000.
De ellos, $1,650,000 fueron utilizados en la construcción de la infraestructura; $500,000 fue para el equipamiento y mobiliario y $200,000 para la capacitación de los profesores que atienden este sitio, considerado el primero de esta naturaleza que construye la cooperación coreana en Centroamérica.
La alcaldía colocó como contrapartida $669 mil, que incluyó el terreno y la terracería, entre otras obras.
El objetivo del lugar es prevenir que los jóvenes estén expuestos a la violencia. Lo hacen a través de la formación técnica, vocacional, de orientación juvenil y liderazgo.
Las instalaciones cuentan con cinco salones de clase, área de informática, oficinas administrativas, auditorio, cafetería, taller de cocina, biblioteca, guardería, cancha de fútbol y baloncesto, espacios de recreo y estacionamientos.