Mahindra Comviva, proveedor de servicios móviles y digitales, anunció que expandirá sus operaciones en Centroamérica. La compañía busca establecer alianzas con entidades financieras, comercios y operadores telefónicos para lanzar plataformas de cobros y banca digital.
Representantes de la empresa señalaron que este año esperan alcanzar un crecimiento de 150 % en sus operaciones y para 2018 la meta es lograr un aumento del 300 % en sus ingresos en toda Latinoamérica.
Los servicios de Mahindra Comviva ya son utilizados por 750 millones de usuarios en el mundo, movilizando $22,000 millones en transacciones. Centroamérica representa 10 millones de los usuarios. Los servicios digitales que brinda la empresa ya poseen un 11 % del mercado de dinero móvil en América Latina.
En El Salvador Mahindra Comviva provee software a Millicom para el servicio Tigo Money.
Vikram Shanbhag, vicepresidente senior para América, dijo que esperan establecer alianzas con entidades financieras, operadores telefónicos y comercios para poder brindar sus servicios a más usuarios, utilizando la tecnología de smartphones y teléfonos convencionales.
Aunque no precisó montos de inversión o alianzas específicas, Shanbhag mencionó que brindarán servicios de dinero móvil, similar a Tigo Money. También pagos móviles de diferentes servicios, manejo de estados de cuenta u otra información bancaria.
En sus productos dirigidos a empresas esperan mejorar la vía de comunicación con los consumidores, ofreciendo promociones o servicios en el lugar y momento indicado. Además de otras soluciones que permitan flexibilizar los mecanismos de ventas y cobro.
Kamaljeet Rastogi, director global de Desarrollo de Negocios, destacó que estos servicios vía teléfono celular permiten mejorar la experiencia del usuario, la comunicación entre empresas y clientes y agilizar las formas de pago.
El empresario también resaltó que en algunos países los servicios financieros móviles han fomentado la cultura del ahorro y cierran la brecha en acceso a servicios bancarios.
De momento El Salvador aún discute una Ley de Inclusión Financiera que regularía este tipo de servicios y sus mecanismos de seguridad.