“La ley no está cumpliendo su cometido”. Así lo cree el viceministro de Salud, Eduardo Espinoza.
Sus declaraciones se basan en el hecho de que, pese a que la Ley prohibe la fabricación y venta de morteros superiores al número 5, silbadores y fulminantes siguen siendo la causa de quemaduras y graves lesiones tanto en adultos como en niños.
La noche del miércoles, las autoridades decomisaron morteros número 10 cerca del redondel México, a inmediaciones de Sertracen.
El 23 y el 24 de diciembre, la División de Armas y Explosivos de la PNC decomisó miles de productos pirotécnicos prohibidos. Sin embargo, en la Noche Vieja, los silbadores no dejaron de escucharse y provocaron lesiones y hasta incendios, según el jefe de Bomberos, José Joaquín Parada.