Masajista no vidente: “No pedimos que nos regalen nada, sino oportunidades”

Amparo Cruz lleva 30 años trabajando como masajista. Aunque reconoce algunos logros, afirma que aún la ley de Equiparación de Oportunidades no se cumple

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Masajista no vidente: "No pedimos que nos regalen nada, sino oportunidades"

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2015-01-25 9:00:00

En uno de los barrios más antiguos de San Salvador, el San Miguelito, se encuentra la Sala de Masaje Japonés. Ahí trabajan ocho personas con discapacidad visual que han encontrado en la masoterapia una oportunidad de empleo y desarrollo.

La sala de masajes fue creada en 1999 por la Asociación Nacional de Ciegos de El Salvador (Anciesal), con el objetivo de generar trabajo y ofrecer relajación, salud y bienestar a sus clientes.

Amparo Josefina Cruz, presidenta de la junta directiva de Anciesal, lleva 30 años trabajando como masajista. Así ha logrado sacar adelante a sus tres hijas.

“Con esta sala, al principio, lo más difícil fue darse a conocer, recuerdo que el primer año a veces pasaban días en que los compañeros no daban ni un masaje. Pero con el tiempo ha ido mejorando y ahora más gente nos reconoce. Nuestra mejor carta de presentación es un cliente satisfecho”, relató Amparo.

A pesar de que aún hace falta el cumplimiento de la mayoría de derechos de este sector de la población, en los últimos años han habido algunos avances.

“Hemos tenido algunos logros: logramos que la asociación sea reconocida a nivel internacional, también que la Asamblea aprobara la ley de Equiparación de Oportunidades para personas con discapacidad”, destaca Amparo Josefina.

“No pedimos que nos regalen nada, lo que pedimos son oportunidades de trabajo”, agrega.

Si desea más información de la sala puede llamar al 2130- 2144.

La asociación también abrió recientemente una sucursal en el bulevar Los Héroes, donde trabajan dos masajistas. Teléfono 2543-8936.