Estaciones PDVSA con bajo perfil en Guatemala

Petrocaribe carece de atractivo político y económico para las autoridades del vecino país

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Pocas estaciones PDV se mantienen en Guatemala y es evidente su poca demanda. fotos edh / mauricio caceres

Por Rodolfo Ortiz negocios@eldiariodehoy.com

2015-01-01 8:00:00

Tras varios años de implementación en Guatemala, las operaciones de Petróleos de Venezuela (PDVSA) no han adquirido la fuerza necesaria como para incidir en el mercado de combustibles. Pese a que el vecino país es miembro de Petrocaribe, el acuerdo energético y la filial de la marca se encuentran estancados.

Desde hace poco más de una década en la nación hermana opera la filial PDV Guatemala limitada, la cual es reconocida en el sitio web de PDVSA como una de sus oficinas comerciales.

Sin embargo, la marca de la petrolera venezolana no ha logrado posicionarse en el amplio y variante mercado guatemalteco de combustibles.

Según cifras proporcionadas por el Ministerio de Energía y Minas de Guatemala, a la fecha solo existen 13 estaciones de servicio que utilizan la marca comercial PDV. Considerando que el registro completo consta de 1,413 gasolineras, la representación apenas alcanzaría el 1 % de todos los establecimientos que operan en esa nación.

PDV Guatemala se encuentra muy por debajo de otros competidores regionales como Shell, que cuenta con 197 estaciones; Texaco, que tiene 110; y Puma, que opera 86 gasolineras. Las marcas de estas tres compañías representan el 14 %, 7 % y 6 % de las distribuidoras de combustible, respectivamente. El resto, que es la mayoría, se definen como gasolineras independientes.

El director de hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (MEM) de Guatemala, Luis Ayala, expresó a El Diario de Hoy que la actividad de PDV Guatemala siempre ha sido muy baja.

Incluso, comentó, dentro de los registros la marca suele ser cuantificada junto a los establecimientos independientes debido al bajo número de sucursales.

Cambio de marcas

Aunque el Ministerio de Energía y Minas registra 13 estaciones de PDV, durante una visita a la ciudad de Guatemala solo fue posible identificar 3 estaciones de servicios y una más que cambió su marca comercial hace tres años.

En este último caso se trataba de una estación Blue Oil, ubicada en la Zona 4 de la ciudad, sobre la Avenida Bolívar. Los trabajadores del establecimiento explicaron que en un período de tres años, el local ha cambiado varias veces de marca, operando como Puma y Shell también.

El director de Hidrocarburos dijo que este tipo de cambios son comunes. “Es algo muy cambiante, muy constante en el mercado guatemalteco, las estaciones migran mucho de marca”, dijo Luis Ayala.

En una estación PDV, ubicada en el municipio de Mixco, fue posible constatar este cambio. El encargado del establecimiento dijo que, eventualmente, el propietario del local cambiaría la marca comercial, como han hecho otras gasolineras en la ciudad.

En una de las gasolineras ubicadas en la carretera hacia El Salvador, en las afueras de la ciudad, los empleados informaron que hace algunos años la marca PDV Guatemala distribuía aceites, aditivos y otros. Aunque no pudieron especificar cuándo ocurrió, señalaron que la empresa dejó de ofrecer dichos productos.

De todas formas, aunque una gasolinera opere o no bajo la marca PDV, el combustible y otros derivados que comercializa no pertenecen a los productos de la petrolera venezolana PDVSA.

Según la Ley de Comercialización de Hidrocarburos vigente en Guatemala, las empresas involucradas en cada fase de comercialización del combustible deben ser independientes entre sí. “Las estaciones de servicio (gasolineras) tienen que ser empresas distintas a las importadoras y las almacenadoras”, enfatizó el director de hidrocarburos, Luis Ayala.

Recalcó que PDVSA no se encuentra registrada como importadora o almacenadora de combustibles en Guatemala. La operación de la empresa entonces se limita a ser una marca comercial, ya que no distribuye hidrocarburos a ninguna empresa y, de todas formas, las gasolineras pueden hacer convenios para utilizar otras marcas, sin tener mayores compromisos con sus proveedores.

Durante la visita se intentó contactar a la empresa para conocer los problemas que su operación ha enfrentado en Guatemala y las razones por las cuales no ha logrado crecer en el mercado. Al cierre de esta nota no había respuesta a la solicitud de entrevista que se envió por correo electrónico.

Tampoco fue posible conocer si la relación comercial de esta empresa con la venezolana PDVSA se ha visto afectada por el estancamiento del acuerdo Petrocaribe en territorio guatemalteco.

En noviembre de 2013 las autoridades del vecino país dijeron que no existía un interés en firmar un acuerdo de cooperación energética para continuar la adhesión a la iniciativa. Posibles diferencias políticas y la caída de los precios del petróleo restarían interés para retomar las gestiones (ver nota aparte).

El Ministerio de Energía y Minas de Guatemala registró que en el primer semestre de 2014 la factura petrolera llegó a $1,701 millones. Un incremento de $111.3 millones con respecto al primer semestre del año anterior, según cifras oficiales.

El caso salvadoreño

El presidente de la Asociación de Empresarios Distribuidores en Estaciones de Servicio (Adepetro), Salvador Durán, dijo que es muy difícil valorar la estabilidad que Petrocaribe tendría en nuestro país.

Al comentarle sobre el estado de las estaciones PDV en Guatemala, Durán dijo desconocer la situación del gremio en ese país y “tampoco conocemos los términos del acuerdo de Petrocaribe en El Salvador. Ni siquiera ha iniciado el acuerdo. No conocemos los términos, ni montos, ni plazos de financiamiento a estos precios”.

El dirigente de Adepetro insistió en la importancia de que no sea una obligación realizar la importación de combustibles a través del acuerdo energético de Petrocaribe.

Las estaciones de servicio de la empresa Alba Petróleos distribuyen combustibles de PDVSA desde hace ocho años en El Salvador. La filial PDV Caribe, junto con 25 alcaldías gobernadas en ese entonces por el FMLN constituyeron la sociedad Energía para El Salvador (Enepasa), con la cual invirtieron en la creación de las gasolineras Alba.

A mediados de octubre de este año la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) criticó los débiles controles y transparencia en el uso de los fondos que hace dicha empresa de economía mixta. “Va en contra de los principios del juego democrático que un partido político opere de manera conjunta con una empresa, pues se trata de organizaciones con finalidades muy diferentes”, expresó la Fundación.

Desde los hidrocarburos, las empresas Alba se han expandido hacia otros rubros como el financiero y granos básicos. Además han entregado fondos para campañas electorales y entrega de becas; lo cual ha sido criticada por su transparencia ya que la empresa adeudaba $754 millones a PDVSA, según sus estados financieros al cierre de 2013.