Matan a policía que testificó contra mareros en juicios

El investigador tenía alrededor de 18 años de ser policía y más de diez de ser parte de la División Elite contra el Crimen Organizado. Participó en decenas de investigaciones contra secuestradores, ladrones y narcotraficantes. Un vecino lo habría delatado con los pandilleros

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Policías inspeccionan la escena donde fue asesinado el agente de la Deco, Víctor David Hernández Clavel en la residencial Miramundo, en el municipio de Apopa. Foto EDH / Claudia Castillo.

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2015-01-06 7:00:00

En menos de 24 horas, otro policía fue asesinado ayer. Se trata del agente de la División Elite contra el Crimen Organizado (Deco), Víctor David Hernández Clavel, de 39 años, quien colaboró en procesos judiciales donde fueron condenados mareros y narcotraficantes, según documentos judiciales y fuentes que participaron en las investigaciones.

El agente, quien tenía 18 años de ser parte de la corporación policial y más de diez en la Deco, fue asesinado a balazos ayer a las 5:30 de la mañana, cuando salía de su casa en la residencial Miramundo, en el municipio de Apopa, al norte de la capital.

Fuentes de la Policía indicaron que el investigador, especializado en la lucha contra bandas de secuestradores, participaba en seguimiento a los delincuentes y la recolección de información. Su declaración en los procesos judiciales fue clave para lograr condenas. En 2009, declaró contra un acusado por narcotráfico identificado como Carlos Armando Serrano Rivera, apodado “El Diablo”, en el Juzgado de Sentencia de Ahuachapán.

Los hechos se cometieron en la colonia La Atalayita de Acajutla, departamento de Sonsonate, donde el sujeto se enfrentó a balazos contra el investigador y otros dos policías más.

“El Diablo” se dedicaba a la venta de drogas y amedrentaba a los vecinos con una arma de fuego, según la acusación del proceso judicial.

En 2004, su testimonio fue importante para que tres mujeres fueran sentenciadas por el delito de robo agravado.

La condena fue impuesta por el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador contra Victoria Indalfina Alvayero Tario, Gregoria Alicia Alvayero Nolasco y Dolores René Castellanos Miranda.

El agente logró la detención de las mujeres junto con otros agentes de la Deco. Los hechos se cometieron sobre el bulevar Arturo Castellanos (antiguo Venezuela).

Según las primeras investigaciones, el detective fue delatado con los pandilleros por uno de sus vecinos. Antes de atacarlo, los mareros le habían dañado una de las llantas de su carro. Cuando el agente se disponía a repararla, seis sujetos lo emboscaron y lo mataron.

Otra hipótesis es que fue asesinado en venganza por la muerte de un pandillero que vivía cerca y se lió a balazos con la Policía en diciembre pasado en Apopa.

Fuentes fiscales dijeron que Hernández Clavel participaría hoy en el juicio público contra la banda del Burro Herrera, pero el Ministerio Público pidió que se suspenda por el crimen.

Impunidad e impotencia

Han tenido que ocurrir los asesinatos de 41 policías para que el Gabinete de Seguridad cambiara su operatividad contras las pandillas. Incluso, el mismo presidente Salvador Sánchez Cerén llegó a decir el lunes “que las maras se han fortalecido con la tregua” y afirmó que “su Gobierno no negociará con estructuras de criminales”.

En 2014 las pandillas asesinaron a 39 policías entre agentes, mandos medios y empleados administrativos de la corporación policial.

En la mayoría de los casos no se vio a altos jefes policiales presentarse a las escenas de los ataques a supervisar ni hubo mayores despliegues para buscar a los asesinos. Periodistas evidenciaron horas después que las familias de los agentes, incluso, niños que presenciaron los hechos, estaban sin seguridad y a merced de los delincuentes.

El asesinato de dos policías en menos de 24 horas evidenció otra vez la impunidad e impotencia a la que están expuestos los policías en los barrios y colonias donde residen.

Sin embargo, el homicidio de Hernández Clavel generó una reacción inmediata en la Policía y en un par de horas, unidades elites rodearon la zona donde fue perpetrado el asesinato. Realizaron allanamientos y registros minuciosos. El resultado: nueve sospechosos, todos, pandilleros activos. Empero, el director de la PNC, Mauricio Ramírez Landaverde, no confirmó las supuestas detenciones.

Similar operatividad de la Policía se realizó el lunes pasado, horas después del homicidio del agente William Alexander Portillo Velásquez, de 39 años, quien se convirtió en el primer agente asesinado en 2015.

En menos de dos horas, los investigadores habían identificado la motocicleta en que se conducían los asesinos y luego los capturaron en flagrancia.

La embestida criminal contra personal de la Policía se asemeja a la que experimentan policías en Estados Unidos, sobre todo en Nueva York, donde las autoridades realizan una intensa cacería humana para encontrar a dos hombres que hirieron de bala a dos policías de la referida ciudad durante un robo en el Bronx el lunes por la noche (ver nota aparte).

El ataque se suma a la muerte de otros dos policías el pasado 20 de diciembre. A los policías de la referida ciudad le bastaron solo dos homicidios de sus compañeros para expresar su repudio y mostrar descontento por la supuesta falta de apoyo que tienen de parte de las autoridades (ver nota aparte).

“Ataques planificados”

Ayer, durante el operativo de las unidades elites de la Policía, su director Mauricio Ramírez Landaverde, sentenció que “nosotros (la Policía) nos vamos a mantener firmes. Esto (los ataques) no, nos va doblegar, nos da un mayor compromiso”.

Landaverde reiteró que “los ataques son planificados y ejecutados en razón de lo que está haciendo la PNC”.

“La intención es clara, lo que las estructuras delincuenciales quieren es que la Policía baje la guardia, que deje de hacer algo o que lo haga de diferente manera, pero acceder a eso, sería perder la naturaleza misma de lo que estamos haciendo. Buscan doblegar al Gobierno y a la sociedad, al país entero para que desistamos de capturarlos, pero la institución continuará ejerciendo su labor preventiva y represiva del delito “, señaló el jefe policial.

Los recientes ataques contra los policías se han cometido después que un grupo de policías y militares se enfrentara a balazos contra un grupo de mareros en La Paz, donde murieron seis pandilleros. También tres militares han sido ultimados por mareros.

El jefe de la Policía dijo sentirse “indignado” ante estos ataques criminales “donde los miembros policiales se ven expuestos a estos hechos por la naturaleza de su trabajo, por el cumplimiento responsable y profesional” que realizan.

También dijo “que ya se están tomando las medidas necesarias para contrarrestar los ataques a los miembros de la institución. Sostuvo que se está trabajando con celeridad para dar con el paradero de los responsables de los crímenes en contra de los agentes”.